El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha dirigido al país este jueves en un discurso televisado, reafirmando su compromiso con el mandato presidencial que se extiende hasta 2027, a pesar de la crisis política que atraviesa su Gobierno. Macron, cuyo Ejecutivo cayó tras una moción de censura impulsada por la oposición, ha hecho un llamado a la unidad nacional y señaló a la "extrema izquierda y extrema derecha" como responsables de la situación actual.
"Cumpliré mi mandato hasta el final"
En su intervención, de unos diez minutos, Macron ha dejado claro que no contempla la renuncia, a pesar de las voces críticas que lo instan a hacerlo. “El mandato que ustedes me han otorgado es de cinco años, y lo cumpliré hasta el final”, subraya, dejando claro que su intención es mantenerse al frente del país y liderar en medio de la agitación política.
El presidente también ha adelantado que en los próximos días designará a un nuevo primer ministro para reconstruir el liderazgo gubernamental tras la moción de censura a Barnier que tumbó al Ejecutivo. Sin embargo, no ha ofrecido nombres ni detalles específicos.
Unidad frente a la división
Macron ha aprovechado la ocasión para hacer un llamado a la unidad, apelando a la responsabilidad colectiva para "trabajar por Francia y forjar nuevos compromisos". En un tono crítico, ha arremetido contra lo que califica como el "cinismo" de los sectores de la extrema izquierda y extrema derecha, acusándolos de anteponer sus intereses políticos a las necesidades del país.
El presidente también ha defendido su decisión de convocar elecciones legislativas anticipadas el pasado verano, un movimiento que resultó en un Parlamento fragmentado, sin una mayoría clara para ninguna fuerza política. Esta situación ha complicado la gobernabilidad, evidenciando las dificultades para alcanzar consensos en un escenario político cada vez más polarizado.
El discurso de Macron marca el inicio de una nueva etapa en su mandato, en la que deberá reconstruir alianzas y enfrentar un panorama político complejo. Con la designación de un nuevo primer ministro en el horizonte, el presidente buscará retomar el control y demostrar que su liderazgo sigue siendo relevante.