La presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, reclamó como prioridad para luchar contra el terrorismo el restablecimiento por su país del control de sus fronteras, además de la expulsión de los extranjeros conocidos como radicales islámicos.
"Hay 12.700 personas identificadas por radicalización islamista" por los servicios secretos, de los cuales "6.000 potencialmente muy peligrosos", de forma que hay que expulsar a los extranjeros y hacer lo mismo con los que tienen doble nacionalidad después de retirarles la nacionalidad francesa, explicó Le Pen en una entrevista con la emisora 'France Inter'.
"No tenemos medios para vigilar al conjunto de esas personas", dijo para justificar las expulsiones, y antes de puntualizar: "Lo primero de todo es recuperar el control de nuestras fronteras". La líder ultraderechista consideró que tras los atentados del pasado viernes en París "una gran parte de la clase política se alinea con la posición del Frente Nacional", aunque "integran" las propuestas de su partido "sin falta de visión".
Para ilustrarlo, se refirió a la iniciativa del Gobierno socialista para retirar la nacionalidad francesa a los que tienen una doble y son condenados por delitos que atentan contra la seguridad del Estado. A su juicio, la imposibilidad de expulsarlos en la práctica, porque no hay fronteras en Europa, "le suprime una parte de su eficacia" a esa medida.
Le Pen también criticó el proyecto para el intercambio de datos de pasajeros aéreos (PNR) porque a su juicio responde en primer lugar a una demanda de Estados Unidos "sin reciprocidad" y porque tampoco es eficaz, ya que lo que hace es "vigilar los viajes de la totalidad de los ciudadanos" en lugar de concentrarse en los sospechosos de terrorismo.
A ese respecto hizo hincapié en que la mayor parte de los que han cometido acciones yihadistas en Francia en los últimos años estaban fichados, algunos habían estado a Siria y habían vuelto a Europa sin problemas, y que los que actuaron el viernes en París habían podido entrar desde Bélgica.