Sarkozy solicitó a los jefes de Estado y de Gobierno ese nuevo pacto que muestre a los ciudadanos "que Europa está decidida a retomar su destino en sus manos". "Europa puede funcionar sin los británicos y vamos a tener tiempo para repensar nuestras relaciones con nuestro vecino. Sin embargo, la Europa de los ahora 27 no puede seguir funcionando de esta manera. La cuestión de su refundación es urgente", señaló.
Ese tratado, en su opinión, debe estar basado en cinco pilares, entre ellos, uno que haga respetar las fronteras con la aplicación de un Schengen 2, al considerar que "la libre circulación de los europeos en Europa no significa en ningún caso que los no europeos puedan entrar y circular libremente por el continente".
Reclamó igualmente un Fondo Monetario Europeo que garantice la independencia de Europa a la hora de tratar sus asuntos internos, y la reagrupación de las competencias europeas en torno a "una pequeña decena de prioridades estratégicas", como la energía o la agricultura, para devolver a los Estados la soberanía del resto.
Sarkozy abogó además por poner fin de inmediato al proceso de ampliación, en una referencia explícita a Turquía: "La hipocresía debe dejar lugar a la franqueza para decir que no tiene cabida en la Unión Europea. Pido además que, en la actual situación de seguridad, se reconsidere la decisión irresponsable de no pedir visados".
"El mensaje de los británicos explota en la cara de todos los gobiernos de Europa. Sería irresponsable no tenerlo en cuenta", concluyó el expresidente.