El francés Dominique Pelicot ha sido declarado culpable de drogar y violar repetidamente a su exesposa Gisele durante casi diez años (de 2011 a 2020). Además, también se le acusaba de contactar con otros hombres por Internet para que abusaran de ella mientras él lo grababa.
Por todo esto, ha sido condenado a 20 años de cárcel (la máxima condena prevista por la ley en Francia), al tiempo que los 50 acusados restantes también han sido declarados culpables de distintos delitos. Algunos de ellos han reconocido haber actuado mal, mientras que otros han continuado con el argumento de que creían que Gisele Pelicot, la víctima, había consentido tener relaciones sexuales.
50 hombres "normales"
Entre estos 50 acusados, hay hombres con edades que van de los 27 a los 74 años y de todas las clases sociales y profesiones: bomberos, camioneros, periodistas, enfermeros, militares o también jubilados.
Los delitos van desde agresión sexual hasta violación agravada y las penas solicitadas por el fiscal oscilan entre los cuatro y los 18 años de prisión. La menor pena solicitada es para un imputado que solo está acusado del primer cargo.
No obstante, aunque el Tribunal de Aviñón ha dictaminado que todos son culpables de distintos delitos, en algunos casos ha rebajado el nivel penal respecto a los cargos solicitados por la Fiscalía.
Según medios presentes en los alrededores, tras conocerse la sentencia, se escuchó una ovación fuera de la sala entre los partidarios de la víctima cuando los primeros veredictos de culpabilidad se filtraron.
Dominique Pelicot, de 72 años, se declaró culpable de los cargos durante el juicio que duró tres meses y pidió disculpas a su familia. También dijo que todos los hombres a los que invitó a su casa sabían que su exesposa desconocía lo que le estaba sucediendo.
Gisele, símbolo feminista global
Gisele Pelicot renunció a su derecho al anonimato durante el juicio y exigió que los horribles videos con los abusos grabados por su exmarido y el resto de hombres pudieran verse en el tribunal, diciendo que esperaba que esto ayudara a otras mujeres a hablar.
El juicio ha desencadenado manifestaciones de protesta en toda Francia en apoyo de Gisele y estimuló un examen de conciencia, incluido un debate sobre si se debe actualizar la ley francesa sobre violación, que actualmente no menciona que el sexo deba implicar consentimiento.
Gisele miró fijamente a sus abusadores con férrea determinación en la sala abarrotada día tras día, burlándose de cualquier reclamo sobre que ella podría haber sido una participante dispuesta: "He decidido no avergonzarme, no he hecho nada malo", dijo en octubre, "son ellos los que deben estar avergonzados".