SUDÁN: GUERRA CIVIL

UNICEF denuncia agresiones sexuales y violaciones contra más de 200 menores en Sudán, muchos de ellos bebés

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) constata cientos de agresiones sexuales y violaciones a menores desde principios de 2024, en muchos casos bebés de un año, por parte de hombres armados en la guerra civil desatada en abril de 2023 entre el ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF).

Sudán: Un año de una guerra olvidada

Diana Rodríguez Pretel

Madrid |

Audio: Diana Rodríguez Pretel / Imagen: TESS INGRAM - UNICEF - Europa Press

UNICEF ha destapado todo tipo de formas de violencia sexual en Sudán contra menores, atrocidades, abusos y violaciones que “se están utilizando como arma de guerra”. Los datos que ha recopilado el servicio de violencia de género sudanés pintan un escenario repleto de hostilidades para los más pequeños con hasta 221 casos de violaciones de niños y niñas registradas desde principios del año pasado y que, según la ONU, pueden ser solo la punta del iceberg. Los motivos: el miedo de los supervivientes y sus familias al estigma o por el temor a represalias por parte de los grupos armados que avanzan a sus anchas.

Cada dos días se produce una violación o una agresión sexual a un menor en Sudán

Ha explicado la directora ejecutiva de UNICEF -Catherine Russell- que de las 221 víctimas de violación infantil, el 66% son niñas y el 33% niños. “El hecho de que hombres armados violen a niñas de tan solo un año debería conmocionar a cualquiera y obligar a actuar de inmediato”, afirma. “Millones de niños en Sudán corren el riesgo de ser violados y sufrir otras formas de violencia sexual, que se están utilizando como táctica de guerra. Se trata de una violación abominable del derecho internacional y podría constituir un crimen de guerra. Hay que ponerle fin”, ha sentenciado la responsable de UNICEF.

Ildefonso González -portavoz de UNICEF España- denuncia en Onda Cero que “cada dos días se produce una violación o una agresión sexual a un menor en Sudán”, una situación insostenible, asegura.

Se trata de una violencia insoportable para las víctimas y sus familias que, en muchos casos, les obliga a abandonar sus hogares y huir a otras ciudades para acabar en enormes campos de desplazados improvisados y casi sin recursos.

“Las cicatrices de la guerra son inmensurables y duraderas”

Catherine Russell admite que “la violencia sexual generalizada en Sudán ha sembrado el terror en la población, especialmente en los niños”, y que las partes del conflicto y deben hacer todo lo posible para acabar con estas graves violaciones contra los derechos de los niños. Porque “las cicatrices de la guerra son inmensurables y duraderas”, añade. Y pone sobre la mesa las secuelas que perduran en el tiempo como los traumas psicológicos, el aislamiento forzado o rechazo familiar por culpa del estigma social, embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual o lesiones graves.