La Unión Europea ha confirmado la prohibición de las patatas fritas con sabor a jamón y barbacoa en España, debido a los riesgos asociados con los aditivos y colorantes utilizados en su elaboración. Esta decisión afecta al snack más vendido del país y responde a preocupaciones de seguridad alimentaria.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha alertado sobre el potencial riesgo de genotoxicidad de ocho aromas de humo artificiales utilizados en una variedad de productos alimenticios.
Entre ellos, cabe destacar snacks salados, salsas, sopas listas para consumir y determinados productos cárnicos, como salchichas y tocino.
Estos compuestos podrían dañar el material genético de las células, aumentando el riesgo de cáncer y enfermedades hereditarias.
En respuesta a estos hallazgos, la Comisión Europea votó el 24 de abril a favor de prohibir la producción y comercialización de estos aromas en todo el territorio europeo.
La adaptación a una nueva fórmula
La prohibición, que se aplicará de inmediato, otorga a los fabricantes un periodo de cinco años para eliminar estos compuestos de sus productos.
La medida busca reducir los riesgos asociados con los alimentos ultraprocesados y promover una alimentación más saludable en la región.
Los cambios incluyen también la reformulación de los etiquetados de los productos para que los consumidores puedan identificar fácilmente los aditivos peligrosos.
Los aditivos prohibidos
Los consumidores pueden identificar los productos afectados revisando las etiquetas en busca de los siguientes aditivos prohibidos:
- ProFragus SmokeR714 (SF-001)
- Zesti Smoke Code 10 (SF-002)
- Concentrado de humo (SF-003)
- Scansmoke SEF525 (SF-004)
- SmoKEz C-10 (SF-005)
- SmokEz Enviro-23 (SF-006)
- ProFagus SmokeR709 (SF-008)
- Fumokomp (SF-009)
La respuesta del mercado
Esta decisión ha generado una alarma social y una respuesta inmediata de la industria alimentaria, que ya está buscando alternativas seguras para mantener la popularidad de estos productos.
Aunque los fabricantes tienen hasta la primavera de 2030 para cumplir con la eliminación de estos compuestos, se espera que tomen medidas mucho antes para adaptarse a la nueva normativa.