La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que entre un 20 y un 48% de la población adulta sufre en algún momento dificultad para iniciar o mantener el sueño. Por eso, no es de extrañar que cada vez sean más comunes en las despensas o mesitas de noche de los españoles los suplementos, cuando no son medicamentos, que ayudan en la conciliación del sueño. Sin embargo, hay una solución mucho más natural: la ingesta de nueces.
Según informa esta institución en su informe por el Día Mundial del Sueño, este fruto seco contiene una cantidad importante de melatonina, la cual ayuda a regular el ciclo sueño-vigilia. Esta hormona que el cuerpo también produce de manera natural, regula los ciclos de día y de noche y lo prepara para dormir cuando anochece. Pero no es el único alimento rico en esta hormona, también lo son los plátanos, las cerezas, el maíz dulce, el pollo o el tomate.
Estos alimentos no son difíciles de añadir a nuestra dieta y mejoran, de forma natural, no solo el inicio del sueño, sino también su continuidad, reduciendo las interrupciones y ayudando a alcanzar fases más profundas del descanso. Por tanto, añadir las nueces a la cena nos prepara para tener una mejor calidad de sueño y nos aporta nutrientes esenciales como el omega-3, en la que también es rica este fruto seco.
