Desde la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Regulación de la Eutanasia, en junio de 2021, el Ministerio de Sanidad actualiza periódicamente las cifras. Las últimas, publicadas hoy, abarcan el año y medio desde la aprobación de la norma y hasta el 31 de diciembre de 2022 y muestran que en los seis primeros meses de aplicación fueron 173 las solicitudes presentadas y 75 las concedidas. En 2022, 576 solicitudes y 288 concedidas. Significa que llegan a término aproximadamente la mitad de las que se piden. De ellas, un 20% son denegadas, aunque tras reclamar los pacientes se concedieron un tercio de las rechazadas.
La mayor parte de quienes solicitan la ayuda para morir tienen entre 60 y 80 años y padecen enfermedades graves -es uno de los requisitos imprescindibles para que sea concedida- de tipo neurológico u oncológico.
Un tercio de los solicitantes fallece antes de terminar el trámite
El número de personas que cambia de opinión o solicita un aplazamiento una vez iniciado el trámite, es mínimo, pero un tercio de los solicitantes fallece antes de que se resuelva su petición. De hecho, la Asociación Derecho a Morir Dignamente reclama que se aceleren los tiempos, ya que hablamos de enfermos en fase terminal. "No es razonable que todavía haya personas que requieren varios meses para completar un proceso que en las circunstancias adecuadas puede hacerse con todas las garantías en menos de 25 días". Y explican que en países donde también está regulado este derecho, los plazos son más ágiles, lo que explica que en España las eutanasias no supongan ni el 0,1% de los fallecimientos cuando en otros estados llega al 4%.
También existen diferencias con otros países sobre el tipo de pacientes. Mientras que en Bélgica, Canadá o Países Bajos el 80% son enfermos terminales, sobre todo de cáncer, que suma dos de cada tres casos, en España predominan las enfermedades neurodegenerativas, sobre todo la ELA y la esclerosis múltiple.
Hay gran divergencia entre Comunidades Autónomas
Las diferencias por Comunidades Autónomas también son notables. La Rioja, Navarra, Madrid y País Vasco son las que mantienen un porcentaje más elevado de concesiones sobre las solicitudes. En el lado contrario están Baleares, Extremadura, Castilla La Mancha y Cantabria.
Aunque la cultura de la eutanasia sigue sin estar presente en nuestra cultura, sí lo está la solidaridad de quienes la solicitan. Desde que entró en vigor la ley de prestación de ayuda a morir y hasta el 30 de junio de 2023, 74 personas han donado sus órganos tras recibir la prestación de ayuda a morir. Gracias a este generoso acto de altruismo se han podido trasplantar 208 pacientes.
Le damos a la ley un aprobado pelado
Para la Asociación Derecho a Morir Dignamente, el balance de estos dos años y medio es "positivo", explica Fernando Marín, vicepresidente de la Asociación, pero "aprueba sólo con un cinco pelado porque hay un amplio margen de mejora". Entre esos cambios mencionan una mayor implicación del Ministerio de Sanidad, para coordinar la información y a las 17 Comunidades Autónomas, mayor implicación también de los profesionales a través de la formación, mayor dotación de las unidades administrativas y una mayor transparencia por parte de las Comisiones de garantía y evaluación.
Las prestaciones de la ayuda a morir, remarca el Ministerio de Sanidad, "se han realizado de forma preferente en el ámbito de la Atención Primaria y de la sanidad pública".