La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a un profesor acusado de abuso sexual a niñas de 11 años ya que consideran que sus prácticas no tenían sesgo sexual sino que el acusado lo hacía "para mostrarse cercano a sus alumnos y conseguir en el aula un ambiente amistoso, relajado".
Los actos, reconocidos por el acusado, ocurrían de manera frecuente en el patio o en las aulas y consistían en besos, palmadas en el culo, susurros o caricias a niñas de sexto de Primaria, delante de sus compañeros.
La sentencia recoge que "ante la insuficiencia de las circunstancias objetivas del tocamiento perpetrado para explicar por sí solas su carácter sexual". La Fiscalía solicitaba 16 años de prisión por abuso a cuatro alumnas y al colegio una indemnización de 3.000 euros a cada una de ellas. La denuncia llegó por parte de las familias de dos de esas niñas.
El acusado pidió perdón a las familias durante el juicio celebrado el 16 de septiembre y especificó que esos acercamientos se producían en un contexto "no sexual".
La Sala considera probado que en el curso de 2017 realizó prácticas "como darles palmadas o patadas suaves en el trasero, abrazarles, indicarles que se apoyaran sobre su pierna cuando se acercaban a su mesa, acariciarles el pelo, mano, pierna, espalda, o hacerles cosquillas, hablarles en voz baja muy próximo al oído, besarles en manos y moflete".
También la sentencia recoge otras prácticas como situar un dedo entre el elástico de la falda y la cintura. Subraya que las palmadas consistían en un toque en el culo, que no acía daño, y acompañado de la expresión, venga tira". Explica la sentencia que ha sido declarado inocente "al ser menos gravoso a las estructuras sociales de un país la libertad de cargos de un culpable que la condena de un inocente".
El docente fue expulsado del colegio en cuanto este tuvo conocimiento de los hechos y de las denuncias presentadas por dos familias.