Muchas personas prefieren el agua con gas a la normal. De hecho, en los últimos años ha crecido de manera notable y ha ganado cierta popularidad, tanta que en 2020 se situó en los cien kilos.
Una de las razones de este aumento es que los consumidores, muy preocupados por su estado de salud, recurren a ella como alternativa más saludable que los refrescos y zumos.
Cabe destacar que, entre sus componentes, cuenta con ácido carbónico y se le conoce además como agua de sifón, agua carbonatada o bien soda cuando lleva bicarbonato.
Según el Centro Médico Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED), además de llevar ácido carbónico contienen, naturalmente y en bajas proporciones, otros componentes como calcio, sodio, cloro, nitrógeno, magnesio y, ocasionalmente, litio.
A pesar de que los expertos recomiendan consumir agua con gas, suelen incidir en que sea de manera moderada. Ahora bien, ¿cuáles son los beneficios de este tipo de bebida?
Beneficios del agua con gas
Entre los principales beneficios que se asocian a este tipo de agua destacan los siguientes:
- Genera presión en las paredes del estómago y hace que se produzca sensación de saciedad.
- Calma el apetito.
- Beber uno o dos vasos antes de comer ayuda a controlar el aporte calórico.
- Indicada para personas con sobrepeso u obesidad.
- Facilita las digestiones.
- Es baja en calorías.
- Hidrata de igual manera que el agua normal.
- Reduce el riesgo de padecer enfermedades metabólicas crónicas.
- Previene o mejora la diabetes tipo dos
Efectos adversos del agua con gas
Aunque a simple vista parece una bebida recomendable, si abusamos de ella también puede ser perjudicial. De hecho, no es conveniente excederse de ella debido a que puede incrementar la presencia de gases en el tubo digestivo.
De hecho, el agua con gas puede empeorar la flatulencia porque, al igual que otras bebidas gaseosas, agravan los síntomas como dolor gastrointestinal, la hinchazón abdominal y los gases.
En este caso, es recomendable consumir agua sin gas para no generar más gas en el sistema digestivo.
La CMED aconseja algunos aspectos médicos donde el consumo de agua con gas no está recomendado:
- En personas con hernia de hiato que tengan predisposición al reflujo gastroesofágico.
- En personas con predisposición a la flatulencia.
- En personas con Insuficiencia Respiratoria Severa (EPOC): al generar más gas en el abdomen se distiende el diafragma y disminuye la capacidad respiratoria.
Por lo tanto, ¿agua con gas o sin gas? ¿cuál es más saludable?
Según explica a Onda Cero Fátima Fernández de la Cerda, graduada en Nutrición Humana y Dietética, especializada en Seguridad Alimentaria y actual nutricionista en Serunion, a esta cuestión responden tres palabras básicas: persona, tipo y motivo.
La persona
La experta no recomienda el agua con gas a aquellos que sufran alguna patología, como reflujos o gases. Esto se debe a que el gas produce un dolor y mal estar abdominal por la distensión abdominal.
Por el contrario, si hablamos de personas sin ninguna patología cuyo objetivo es perder peso, el agua con gas ayuda a “engañar a nuestro estomago” y produce un efecto saciante, debido al Ph del agua que contribuye a disminuir la glucosa en sangre por lo que favorece a una perdida de peso, si es llevada junto a un estilo de vida saludable y una dieta equilibrada y variada.
Sin embargo, tal y como cuenta Fátima, el agua sin gas también produce un efecto saciante. "Si bebemos dos litros de agua al día e incluso antes de las comidas, también contribuye a la perdida de peso, a nuestra hidratación y elimina la retención de liquidos", añade.
El tipo
Cada vez es más frecuente leer las etiquetas de los alimentos, ya que contienen información sobre las calorías, porciones y datos nutricionales de los alimentos.
En este contexto, la experta recalca la importancia de distinguir entre el agua con gas carbónico añadido y el agua con gas procedente de un manantial. La última favorecerá en mayor medida el proceso digestivo y producirá una menor cantidad de gases a nuestro organismo.
El motivo
Para tomar el aperitivo o estar en sociedad resulta más beneficiosa el agua con gas con una rodajita de limón, que cualquier otra bebida refrescante alta en azucares , edulcorantes o porcentaje alcohólico. "Será igual de beneficiosa que el agua sin gas. Ambas hidratan de la misma forma", señala Fátima.
De manera que, si eres una persona sin las patologías mencionadas previamente , buscas un estilo de vida saludable y tienes la duda de decantarte por una o por otra, puedes elegir ambas.