Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la encefalomielitis miálgica, también conocida como el síndrome de fatiga crónica (SFC), es un trastorno de características neurológicas graves, ya que, quien la padece, vive con un cansancio extremo durante, al menos, seis meses.
Tal y como apuntan distintos estudios clínicos, este síndrome, que afecta a entre 120.000 y 200.000 personas en España, afecta considerablemente la calidad de vida del enfermo.
Cuáles son los síntomas de la SFC
Los síntomas de la encefalomielitis miálgica pueden estar asociados a otras patologías como la fibromialgia, lo que dificulta su diagnóstico. Además, no hay pruebas médicas disponibles que puedan confirmar el trastorno. Aún así, existen algunas señales con las que se puede identificar la fatiga crónica.
Síntomas primarios
La gran mayoría de los pacientes que padecen fatiga crónica presentan estos síntomas primarios:
- Cansancio físico y mental de manera persistente: padecer la SFC supone experimentar una fatiga que no mejora ni habiendo dormido durante toda la noche. A su vez, esta sensación surge sin haber realizado ninguna actividad previa, siendo un estado duradero e invariable en el paciente.
- Intolerancia ortostática: es la dificultad para permanecer en posición de pie debido a una disfunción del sistema nervioso autónomo. Ante este acto, los enfermos pueden sentir aturdimiento, mareo o sensación de desmayo. También podrían tener cambios en la visión, llegando a ver borroso.
- Malestar o fatiga post-esfuerzo: realizar cualquier actividad puede contribuir al empeoramiento de los síntomas de la fatiga crónica, lo que puede derivar en una ‘crisis’, que obliga a los enfermos a estar en cama durante varios días o incluso semanas.
- Problemas para conciliar el sueño: las personas con SFC pueden tener dificultad para permanecer dormidas.
- Problemas de memoria o de la capacidad de concentración: quienes sufren este síndrome coinciden en que tienen impedimentos para poner atención a las cosas, recordar algo o pensar rápido.
Otros síntomas habituales
Estos son otros síntomas adicionales de la fatiga crónica, los cuáles sólo sufren algunos de los enfermos:
- Alergias.
- Dolores: estos pueden ser en las articulaciones, las axilas, la cabeza, la garganta y los ganglios linfáticos del cuello.
- Escalofríos y sudores nocturnos.
- Faringitis recurrentes y adenopatías.
- Depresión.
- Irritabilidad.
- Mayor sensibilidad a los alimentos, los olores, o a algunas sustancias químicas.
- Problemas digestivos como el intestino irritable.
- Sensibilidad al frío.
- Sequedad de la piel y las mucosas.
Según los expertos, la duración promedio para la desaparición de la mayoría de los síntomas causados por el síndrome de la fatiga crónica suele ser de entre tres o cuatro años.