'Y ahora Sonsoles' de Antena 3 ha desvelado en exclusiva las identidades que usaban los estafadores relacionados con el asesinato en Morata de Tajuña, en Madrid. Dos nombres que usaban para engañar a Ángeles y Amelia en un suceso por el que acabaron arruinadas y asesinadas.
Todo comenzó con Edward, un supuesto militar americano que Amelia conoció por Internet y del que presumía en redes sociales, a pesar de que nunca llegaron a verse en persona. Se trata de una imagen de un conocido militar en EEUU llamado Wesley Clark que los delincuentes usaron para realizar la estafa.
Poco después, aparece en escena otra identidad falsa para engañar a Ángeles, la hermana pequeña. Entonces, la estafa adquiere otra dimensión: los dos delincuentes dicen a sus víctimas que se conocen, pasado un tiempo aseguran que el falso novio de Ángeles muere y deja una herencia millonaria a Edward.
Afirman que la herencia asciende a siete millones de euros y que necesitan dinero de las hermanas para cobrar dicha cantidad. Esto provoca que las víctimas vendan su casa, vacíen sus cuentas y hasta pidan dinero a sus vecinos. En total, entregan alrededor de 400.000 euros en varios años a la red de la estafa.
Como recuerda Carlos Quílez en el programa de Sonsoles Ónega, ni los rostros falsos ni los verdaderos estafadores son los autores materiales del crimen. La Guardia Civil ya investiga a posibles candidatos que habrían prestado este dinero y actuado en un ajuste de cuentas que acabaría con la vida de los hermanos en el municipio de la Comunidad de Madrid.
El crimen de Morata de Tajuña y las hipótesis de los agentes
A primera hora de la mañana de este jueves, agentes de la Guardia Civil accedían a una vivienda situada en la avenida de España número 18 de Morata de Tajuña, en Madrid, y encontraban a tres personas muertas con signos de violencia. Los cadáveres estaban apilados y parcialmente quemados, según las mismas fuentes.
Así, la Guardia Civil baraja el ajuste de cuentas por una deuda relacionada con la estafa amorosa mencionada anteriormente como principal hipótesis de los asesinatos de los tres hermanos.
Desde el entorno de la familia de los fallecidos, dos hermanas de 68 y 70 años y un hermano de 70, han contado a los agentes que hace al menos un lustro las hermanas habían contactado con dos supuestos militares.