Esta precisión llega después de que el Vaticano haya enviado una carta a los obispos en la que indica que las hostias sin nada de gluten son materia inválida para la Eucaristía.
El director del Secretariado de la Comisión de Liturgia de la CEE, Luis García Gutiérrez, precisa en un vídeo publicado por la Conferencia Episcopal, que existen dos tipos de celíacos, aquellos con total intolerancia al gluten y los que sí toleran algo de gluten.
En el primer caso, García explica que no pueden comulgar recibiendo la forma consagrada sino que deben hacerlo bebiendo directamente el vino. Mientras, en el caso de los que tienen algo de tolerancia, señala que existen unas formas de harina de trigo a las que se reduce gran parte de gluten y que pueden ser consagradas para que reciban la comunión.
"La Iglesia busca que los celíacos puedan acercarse a la comunión eucarística como todos los cristianos y esta es la solución que la Iglesia aporta", subraya el responsable de la Comisión de Liturgia.
El documento del Vaticano con las indicaciones sobre las formas consagradas y el gluten fue publicado el pasado sábado 8 de julio por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Se trata de una circular enviada a los obispos, por encargo del Papa Francisco, en la que se les exhorta "a vigilar sobe la calidad del pan y del vino destinados a la Eucaristía y, por tanto, a aquellos que los preparan".