La primera ola de calor del verano comenzó el pasado sábado día 9 de julio en Canarias. Se prevé que el pico de temperaturas máximas llegue este jueves, cuando los termómetros podrían alcanzar hasta los 46 grados centígrados en Badajoz. Hasta ahora, el récord histórico de temperatura en la península ibérica se cumplió el pasado año 2021, cuando se alcanzaron los 47,4 grados centígrados.
Los golpes de calor, también conocidos como insolación, se producen cuando nuestro organismo no es capaz de controlar la temperatura corporal normal, y esta comienza a aumentar rápidamente. En los peores casos, los daños causados por el calor pueden afectar a los órganos internos, pudiendo acabar en muerte.
¿Cuáles son los síntomas de un golpe de calor?
Estos son los síntomas que avisan de una insolación. En la mayor parte de casos, se recomienda llamar inmediatamente al 112.
- Una de las primeras señales es la pérdida del conocimiento.
- La temperatura corporal alcanza, e incluso supera, los 40 grados centígrados.
- La piel se enrojece, su tacto es caliente y comienza a secarse.
- Surge un intenso dolor de cabeza.
- Existen signos de fatiga, hiperventilación, nauseas, vómitos o diarrea.
- El estado mental se altera, pudiendo llegar a padecer convulsiones, delirio o incluso caer en coma.
¿Qué personas tienen más riesgo de sufrirlo?
Datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad muestran que el calor está directamente relacionado con enfermedades como el agotamiento por calor y la insolación. Además, también pueden verse agravadas patologías o condiciones previas. Pero no todo el mundo tiene el mismo riesgo de sufrir un golpe de calor, los grupos con mayor probabilidad de padecerlos son:
- Embarazadas.
- Mayores de 65 años.
- Personas con autonomía limitada.
- Personas que estén siguiendo algún tratamiento farmacológico que pueda ser más susceptible al calor.
- Personas que consuman alcohol y drogas.
- Deportistas y personas que trabajan al aire libre en las horas centrales del día.
- Personas que vivan en hogares difíciles de refrigerar.
- Personas que se encuentren en entornos muy urbanizados.
- Personas que sufran enfermedades crónicas como las afecciones cardiovasculares, respiratorias, la obesidad o la diabetes.
- Personas que viven solas o en condiciones desfavorables.
- Lactantes y menores de 4 años.
¿Cómo puedo prevenirlo?
Muchos de los problemas asociados al calor pueden ser evitadas de una manera muy sencilla. Días en los que las temperaturas sean muy altas pueden obligar al cuerpo humano a realizar un mayor esfuerzo para adaptarse y mantener su temperatura corporal. Estos son algunos consejos que pueden evitar que se sufra una insolación:
- Beber mucho agua o líquidos. Es importante no esperar a estar sediento y bebidas alcohólicas, el café, el té o las bebidas muy azucaradas están contraindicadas.
- Permanece en la sombra, lugares en los que corra la brisa o se encuentren más frescos. Se recomienda mantenerse un mínimo de dos horas en lugares climatizados.
- Dúchate o date un baño fresco.
- Baja las persianas y evita el sol. Cuando las temperaturas exteriores son extremas, es mejor no abrir las ventanas, ya que harán que el calor entre en lugar que intentamos refrescar. Es importante conocer que, a partir de los 35 grados centígrados, los ventiladores no enfriarán si no que moverán el aire.
- Consume alimentos ligeros, evita las comidas copiosas. Las ensaladas, frutas, verduras, zumos y gazpachos pueden ayudar a reponer las sales minerales perdidas al sudar.
- Evita realizar actividades al aire libre.
- Al estar en el exterior intenta utilizar ropa ligera de color claro, protegerse del sol, usar sombrero y llevar calzado cómodo y transpirable.
¿Qué puedo hacer para recuperarme?
Según el Ministerio de Sanidad, los golpes de calor son "un problema grave", ante el que hay que actuar con la mayor brevedad posible. Se recomienda comenzar llamando urgencias y enfriando el cuerpo del enfermo mientras se espera la atención médica. Hay que recordar que si no se obtiene ayuda urgente, los golpes de calor pueden resultar mortales.
La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha señala algunas acciones que pueden ayudar a tratar una insolación:
- Mantener a la víctima en un lugar fresco, en posición semisentada para favorecer la respiración.
- Ofrecer agua a la víctima, asegurándose de que la consuma a pequeños sorbos.
- Retirarle algo de ropa a la víctima, darle aire con un abanico o ventilador y utilizar paños de agua fría en la frente, nuca y cuello.
- Si su estado mejora, acudir a un centro médico para realizar una revisión exhaustiva a la víctima.
- En caso de que no mejore o pierda el conocimiento, tumbar a la víctima con las piernas flexionadas y realizar una llamada al 112.