La guerra entre Rusia y Ucrania está dañando gravemente la economía española, víctima no solo de la subida de precios, sino también del desabastecimiento de algunas materias primas.
Como ya contamos en Onda Cero, se teme que vaya a faltar aceite de girasol en los supermercados, ya que nuestro país tiene una gran dependencia del territorio invadido por Vladímir Putin, del que importamos al año unas 500.000 toneladas, según estimaciones del Ministerio de Agricultura.
Como medida para evitar la falta de stock de este producto, la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (ASEDAS) informó mediante un comunicado, que diferentes cadenas de supermercados han limitado la venta de aceite de girasol debido al alto volumen de compra concentrado.
Ante esta medida, Primitivo Fernández, el director general de la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac), le ha indicado a la agencia 'Efeagro' que: "En el hemisferio sur tienen ya identificados a algunos países posibles productores de aceite de girasol, como Argentina y Sudáfrica, a los que no solo mira España como posibles orígenes alternativos de este producto, sino toda Europa".
A su vez, Fernández ha animado a buscar sustitutivos de esta materia prima en otros aceites como el de oliva, de colza o de maíz y ha recordado que se puede fomentar el cultivo en España del girasol y de otras oleaginosas para minimizar la dependencia con otros países.
Las ventajas y los inconvenientes de algunas opciones alternativas
El aceite de girasol es una de las materias primas más utilizadas en España. Por ello, muchos consumidores y hosteleros han optado por buscar alternativas para cocinar y sustituir este producto. Descubre las ventajas e inconvenientes de las siguientes opciones
El aceite de oliva
El aceite de oliva, que siempre ha cobrado gran protagonismo en la cesta de la compra de los españoles, está siendo uno de los más demandados por los consumidores, especialmente, en sus categorías más suaves y baratas, siendo una opción saludable que aporta múltiples beneficios para la salud.
Según los expertos, este alimento eleva el colesterol bueno y reduce el malo, controla la hipertensión, previene el alzhéimer, el cáncer, la depresión o la diabetes. Además, es bueno para la circulación, el corazón, los huesos, la digestión o el sistema inmune.
Sin embargo, el aceite de oliva también está sufriendo los golpes de la inflación en los últimos meses, siendo una opción costosa y no accesible para todos los bolsillos.
El aceite de maíz
El maíz es uno de los cereales más cultivados de todo el mundo y su aceite es muy popular gracias a su alto nivel de conservación.
Este producto tiene la capacidad de potenciar el sabor de los alimentos con los que se mezcla. A su vez, es muy rico en Vitamina E (la cual ayuda a evitar enfermedades circulatorias o vasculares), y tiene un efecto antioxidante, así como un alto contenido en Omega 6 que ayuda a mantener la salud ósea, capilar y cutánea.
A pesar de sus beneficios, el consumo en exceso del aceite de maíz, especialmente en su versión cocinada, puede afectar al organismo, puesto que es una fuente de grasas saturadas que puede llegar a dañar el hígado.
Aceite de colza
Hace cuatro décadas, este tipo de óleo provocó una gran crisis sanitaria en España, por una intoxicación alimentaria en el país, derivada de la ingesta de aceite de colza adulterado, cobrándose la vida de más de 3.000 personas y dejando más de 25.000 afectados. El primer caso se detectó en Torrejón de Ardoz en el mes de mayo de 1981.
En la actualidad, este producto es la oleaginosa (vegetal de cuya semilla se extrae aceite) más cultivada en la Unión Europea con 19 millones de toneladas y los expertos afirman que el “auténtico aceite de colza” es un alimento con numerosas propiedades beneficiosas para la salud, ya que ayuda al correcto funcionamiento de sistemas como el inmune o el cardiovascular. También es rico en ácidos grasos Omega 3, con un aporte en otros nutrientes tan importantes como la vitamina E y la vitamina K.
Aceite de coco
Al cocinarse algunos productos naturales, estos pueden llegar a perder algunas de sus propiedades, principalmente si la cocción alcanza temperaturas muy elevadas. Afortunadamente, no es el caso del aceite de coco, el cual tiene características muy positivas para el organismo: aumenta las defensas, fortalece el sistema inmune, elimina las causas principales de la caries, arroja resultados positivos en la reducción de la grasa abdominal…
Igualmente, este tipo de aceite contiene principalmente grasas saturadas, lo que puede provocar el aumento del colesterol LDL, comúnmente conocido como colesterol "malo", que se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca.
Aceite de aguacate
Este tipo de aceite, también utilizado para tratamientos de belleza, ayuda a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos. Además, su consumo le aporta al organismo una gran dosis de vitamina E y grasas saludables, lo que fortalece el corazón.
El consumo diario recomendado por los expertos es de una cucharada al día, dado que su exceso puede irritar el revestimiento del estómago como efecto secundario.
Aceite de mantequilla
Otra opción que se puede utilizar como sustitutivo del aceite de girasol es la mantequilla, un recurso muy versátil en la cocina y muy utilizado por nuestros vecinos franceses.
Este producto ayuda a una buena salud digestiva, ya que sus ácidos grasos sirven para evitar infecciones. Al mismo tiempo, es beneficiosa para las tiroides por su alto contenido en yodo, y al ser fuente de vitamina K2, ayuda a evitar la calcificación arterial.
No obstante, es un alimento compuesto por un 80 %de grasa, por lo tanto, su densidad calórica y sus grasas saturadas alertan de que no hay que abusar de su uso.