El mundo laboral es bastante complejo y hay acciones que aunque se hagan con buena intención, no siempre son bien recibidas. Es el caso de Damien Tabard, quien durante 17 años ha sido conductor de una ruta escolar. Durante el invierno decidió alterar la ruta de transporte y dejar a los niños en la puerta de sus casas en lugar de en la parada correspondiente. Algo que ha sido considerado por su empresa como una "falta grave" y que ha supuesto su despido disciplinario. El hecho ha tenido lugar en Les Billanges (Lemosín, Francia).
Según ha informado el medio 'France 3 Nouvelle-Aquitaine', el desvió es de 650 metros y la intención del conductor es que los niños no tuviesen que hacer recorridos largos que, en ocasiones, podían ser peligrosos debido a la mala iluminación y a la falta de aceras.
Apoyo de las familias
La determinación que ha tomado la compañía de transportes no ha sido bien recibida por los padres de los niños que se han solidarizado con el autobusero lanzando una campaña de recogida de firmas que ha logrado recabar 10.000 rúbricas. "Lo hizo demasiado bien y lo estamos penalizando. Es de locos", exclamó el alcalde de la ciudad en unas declaraciones recogidas por la cadena 'Bfmtv'.
Pero Tabard no se quedó de brazos cruzados y el pasado 27 de enero de 2025 presentó un recurso ante los tribunales galos. En la primera sesión contó con el apoyo de una veintena de padres. "En el autobús, los niños lloraron cuando se enteraron de que Damien ya no iba a conducir", señaló una madre.
El tribunal no se decide, el proceso sigue abierto
La resolución del caso debía producirse este lunes, sin embargo, ha quedado en empate después que los consejeros del tribunal -dos representantes de la empresa y dos sindicalistas- no hayan logrado alcanzar un acuerdo, ha informado 'France 3 Nouvelle-Aquitaine'. Por tanto, ahora tendrá que ser una jueza quien dirima las responsabilidades en una nueva audiencia que aún no tiene fecha.
"No es un caso evidente. Podría sentar precedente", ha declarado Lise-Nadine Moreau, letrada que defiende al conductor, quien ha lanzado una pregunta para la sociedad gala: "¿Debe un trabajador obedecer todas las órdenes o actuar utilizando el sentido común?".
Asimismo, el autobusero ha expresado que "hay que ser paciente y mantener la esperanza. Aunque la espera es pesada, hay que seguir adelante", en un tono cansado, pero optimista.

