El síntoma más generalizado, explica la doctora Pilar Rodríguez Ledo, vicepresidenta de la SEMG y presidenta de la Red Española de Investigación en COVID Persistente, es la astenia, "ese cansancio que va más allá de lo normal, que provoca una alteración funcional y que está presente en más del 90% de los afectados". Se repiten también síntomas como niebla mental, déficit de atención, de concentración y migrañas.
Muchos de los afectados siguen presentando, meses después de la infección, dolores músculo esqueléticos y sintomatología variada en el aparato digestivo, las vías respiratorias y el sistema cardiovascular. La aparición de estos síntomas no están relacionados con la gravedad de la enfermedad inicial, por lo que puede afectar tanto a quienes pasaron Covid de forma leve como aguda.
Apenas un 2% de los afectados hace vida laboral normal
Y los datos no son menores: sólo el 15,6% de los afectados por esta dolencia trabaja en condiciones de normalidad. El 46% está de baja o trabaja con mucha dificultad. Son los resultados que muestra la Encuesta de seguimiento de sintomatología de Covid persistente realizada por la SEMG junto con los colectivos de afectados. Un 9,5% de las personas encuestadas perdió el trabajo y sólo un 2,9% ha conseguido la incapacidad permanente por esta dolencia.
Respecto a la calidad de vida y el estado de salud, los resultados muestran que, de media, la salud de los afectados ha empeorado en unos 4 puntos, mientras que el grado de discapacidad ha aumentado en casi 6 puntos, en comparación con su situación antes de desarrollar la enfermedad. Alrededor del 90% de los pacientes empeoran con el esfuerzo físico (93,4%) y mental (87,8%)
Aproximadamente uno de cada cinco infectados por Covid mantiene algún síntoma cinco semanas después de la infección. Uno de cada diez los mantienen un año después.