Las entrevistas de trabajo son uno de los pasos cruciales en el proceso de búsqueda de empleo. Sin embargo, dada la creciente complejidad del mercado laboral actual, poseer una sólida formación y experiencia relevante ya no garantiza un puesto.
De acuerdo con el informe sobre las Necesidades del Mercado de Trabajo presentado por el Grupo Adecco a finales de 2022, los métodos de selección son cada vez más rigurosos y, con el alto nivel de competencia existente, los candidatos enfrentan una gran presión.
Ante este escenario, Mónica Muriana, especialista en Recursos Humanos (RRHH) y experta en desarrollo de planes de formación y gestión del talento, recomienda una correcta preparación de las entrevistas. De acuerdo con la experta, resulta fundamental anticipar y ensayar respuestas a preguntas potenciales, así como estar listos para cualquier evaluación o prueba que pueda surgir durante el proceso de selección.
Por este motivo, Muriana señala ocho comportamientos que nunca debes adoptar en una entrevista de trabajo.
Llegar tarde
La puntualidad es una señal de profesionalismo y respeto hacia el tiempo de los demás. Cuando un candidato llega tarde, demuestra falta de organización y compromiso, lo que puede poner en duda su idoneidad para el puesto.
Además, en caso de que la entrevista se desarrolle por videollamada, la especialista en RR.HH recomienda probar con antelación que el sistema por el que se va a realizar (Google Meet, Zoom, Skype…) funciona correctamente.
Mentir en la experiencia profesional y estudios
"La falsificación de información en el currículum o durante la entrevista puede tener consecuencias graves, como la pérdida de la oportunidad de empleo o, incluso, el despido si se descubre más tarde", explica la experta.
En un mercado laboral competitivo, la honestidad y la integridad son cualidades valoradas por los empleadores. Por lo tanto, de acuerdo con la especialista, resulta fundamental que los candidatos presenten su experiencia y cualificaciones de manera precisa y transparente.
Mónica Muriana alerta también de que las redes sociales son una fuente de información muy valiosa, donde se pueden encontrar datos personales y profesionales de los candidatos. En este contexto, las empresas cuentan con herramientas suficientes para verificar la veracidad de la información proporcionada por los interesados, lo que hace aún más crucial la sinceridad por parte de los candidatos.
Hablar mal de tu empleo actual, de excompañeros o de exjefes
Hablar mal de tu empleo actual, así como de excompañeros o exjefes, muestra una falta de profesionalismo y puede dar una imagen negativa al empleador. “En lugar de enfocarte en lo negativo, debes destacar lo que has aprendido y logrado en tus roles anteriores, y centrarte en cómo puedes contribuir de manera positiva en tu nueva posición”, señala la especialista en RR.HH y gestión del talento.
Mostrar falta de preparación en la entrevista
Muriana explica que los candidatos deben investigar a la empresa, comprender el puesto al que están postulando y anticipar posibles preguntas que pueden surgir en la entrevista. La falta de preparación puede dar la impresión de desinterés o falta de compromiso, lo que disminuye las posibilidades de éxito.
Por lo tanto, es fundamental demostrar un conocimiento sólido sobre la empresa y el puesto, así como estar listo para responder de manera adecuada y segura a las preguntas que se planteen durante la entrevista.
Falta de adecuación en la vestimenta y en la presentación personal
Mónica Muriana explica que el aspecto personal es una carta de presentación importante, ya que muestra el nivel de preparación y el interés del candidato en el puesto. La elección de la vestimenta adecuada también demuestra la comprensión del candidato sobre el tipo de empresa a la que se está postulando, ya que el dress-code puede variar significativamente entre diferentes organizaciones.
Por lo tanto, resulta fundamental que los candidatos investiguen la empresa y se vistan de manera apropiada para la entrevista, adaptándose al ambiente y la cultura de la compañía. “Una apariencia profesional y cuidada contribuye a transmitir una impresión positiva y a generar confianza en el entrevistador, lo que puede influir en el resultado final de la entrevista”, añade la experta.
Descuidar la comunicación no verbal
En ocasiones, la comunicación no verbal puede revelar aspectos que contradicen lo que se dice verbalmente. Por ejemplo, una persona puede estar expresando verbalmente su interés en el trabajo, pero su lenguaje no verbal, como gestos nerviosos o falta de contacto visual, puede indicar lo contrario.
Los reclutadores están entrenados para observar estos signos de comunicación no verbal y utilizarlos para evaluar la sinceridad y la confianza del candidato. Por lo tanto, los aspirantes deben prestar atención a su propio lenguaje corporal durante la entrevista, y mostrar confianza, interés y sinceridad. "Un lenguaje no verbal positivo puede respaldar y reforzar la impresión que el candidato desea transmitir durante la entrevista", añade Muriana.
Interrumpir al entrevistador
Intervenir antes de tiempo puede dar una impresión negativa y perjudicar las posibilidades de éxito en la entrevista de trabajo, ya que, cuenta Muriana, denota falta de respeto y de habilidades de comunicación.
Permite que el entrevistador presente sus preguntas y comentarios antes de responder. Escuchar atentamente y dar respuestas completas demuestra cortesía, paciencia y capacidad de comunicación efectiva, todas cualidades valoradas en un candidato.
Hablar de manera excesivamente personal durante la entrevista
Hablar demasiado o de manera excesivamente personal en una entrevista distrae del propósito principal, muestra falta de profesionalismo, puede desperdiciar tiempo valioso e, incluso, revelar información innecesaria o comprometedora. Para evitar este error, la experta recomienda a los candidatos centrar sus respuestas en lo relevante para el trabajo y en un tono profesional.