Psicología

Ocho frases que la gente infeliz dice sin darse cuenta, según la psicología

Alicia Bernal

Madrid |

Chica reclinada en sofá pensativa con ojos cerrados
Ocho frases que la gente infeliz dice sin darse cuenta, según la psicología | Pexels

Sentirse deprimido o infeliz es normal, siempre hay momentos de más baja autoestima o de decaimiento emocional o de más estrés. Es totalmente lógico. Pero el problema viene cuando es un sentimiento continuo en el tiempo. Aunque no lo creas, tu lenguaje y tu forma de expresarte muestran tu estado de ánimo.

En este sentido, aunque hay tantas formas de ser como personas en el mundo, sí que hay patrones comunes que, normalmente, se estudian para estudios psicológicos, entre otras. Podemos hablar de comportamientos iguales, palabras o dichos que se suelen decir... Así, la psicología destaca ocho frases comunes en las que suelen coincidir siempre las personas más infelices sin darse cuenta.

1) Estoy bien

Esta es una frase común que las personas infelices tienden a usar, a menudo sin darse cuenta.

Es una respuesta rápida y fácil, en ocasiones casi se dice como autorreflejo. Pero cuando decimos "estoy bien", es posible que estemos tratando de convencernos a nosotros mismos tanto como a los demás de que en realidad no somos infelices.

Esta frase también puede actuar como un escudo, manteniendo a los demás a distancia y evitando que noten nuestros verdaderos sentimientos. Incluso podemos sentirnos culpables o incómodos al admitir que somos infelices, de ahí el reflejo automático de decir "estoy bien".

2) No necesito a nadie

Puede parecer una declaración de independencia, pero decir con frecuencia "no necesito a nadie" más bien puede ser un indicio de infelicidad subyacente. Esta frase se suele utilizar como mecanismo de defensa para enmascarar sentimientos de soledad o rechazo.

Ser autosuficiente es digno de elogio, pero somos seres sociales por naturaleza. Si afirmas repetidamente que no necesitas a nadie, podría ser una forma de protegerte del miedo a que te decepcionen o te hagan daño.

Es importante recordar que necesitar a los demás no es un signo de debilidad. Es una parte natural del ser humano. Buscar apoyo y conexión puede ser un paso saludable hacia la felicidad y la plenitud.

Al reconocer y comprender las implicaciones de esta frase, podemos empezar a dejar de lado el miedo y abrirnos al potencial de las relaciones positivas.

3) Lo haré más tarde

Cuando no nos sentimos bien, es común retrasar las tareas, incluso las que normalmente disfrutamos. Esto se debe a que nuestro cerebro está programado para evitar la incomodidad y buscar el placer.

Cuando no estamos contentos, incluso las tareas más sencillas pueden resultar abrumadoras. Y con la excusa de que nos sentiremos mejor o más preparados para afrontar la tarea más adelante, la posponemos para el futuro. Esta demora, si bien proporciona un alivio temporal, suele conducir a un ciclo de culpa y estrés que contribuye aún más a la infelicidad.

Romper este ciclo implica reconocer el patrón y dar pequeños pasos para completar las tareas. No pasa nada si no eres capaz de hacer todo a la vez; el objetivo es el progreso, no la perfección.

Si superamos gradualmente la procrastinación, podemos reducir el estrés y aumentar la sensación de logro, lo que puede ayudar a aumentar nuestra felicidad general.

4) Todo es culpa mía

Muchas personas cargan con la culpa de cosas que están fuera de su control, especialmente cuando se sienten tristes. Esta frase suele ser un reflejo de la autocrítica y puede ser increíblemente difícil de quitarnos de encima.

Recuerda, todos cometemos errores. Es parte de ser humano. Lo importante es aprender de estas experiencias y usarlas para crecer. Si has hecho algo mal, está bien disculparte y enmendarlo. Pero también es crucial perdonarte a ti mismo. Es necesario cultivar una relación más amable y compasiva con nosotros mismos.

5) Sabía que esto pasaría

Esta frase es común entre quienes se sienten infelices y generalmente está vinculada a una perspectiva pesimista. Es como si esperáramos que las cosas salieran mal y, cuando lo hacen, nos sentimos validados.

Es una tendencia humana natural protegernos de la decepción esperando lo peor. De esta manera, nos sentimos preparados para cualquier resultado negativo. Pero, en realidad, este tipo de pensamiento a menudo solo refuerza nuestra infelicidad.

Es importante recordar que la vida es impredecible, llena de altibajos. Si bien es imposible controlar todos los resultados, lo que sí podemos controlar es nuestra reacción ante ellos. En lugar de esperar lo peor, trata de cultivar una perspectiva más equilibrada.

6) Nadie me entiende

Sentirse incomprendido puede ser aislante y desalentador, pero es importante recordar que las experiencias y los sentimientos de cada persona son únicos. Está bien si las personas no comprenden completamente lo que estás atravesando. Lo que importa es que estén allí para apoyarte y escucharte.

7) No puedo

Esta afirmación nos cierra las posibilidades antes de que tengan la oportunidad de echar raíces.

Cuando nos decimos a nosotros mismos que no podemos hacer algo, lo único que hacemos es reforzar una creencia que no es cierta. Nos limitamos en función de las circunstancias actuales o de las experiencias pasadas. Pero las circunstancias cambian y aprendemos de esas experiencias pasadas.

La cuestión es la siguiente: puedes. Puede que sea difícil, puede que sea incómodo y puede que lleve tiempo, pero puedes.

8) No soy lo suficientemente bueno

Tal vez una de las frases más dañinas que podemos decirnos. Es una frase que nos llega al corazón, socava nuestra autoestima y amplifica nuestra infelicidad.

Así que la próxima vez que te encuentres pensando "No soy lo suficientemente bueno", desafía ese pensamiento. Reemplázalo por "Soy suficiente". Puede que al principio te parezca extraño, pero con la práctica, este simple cambio puede marcar una gran diferencia.