Los oncólogos piden incluir en la historia clínica las necesidades sociales de los pacientes
Oncólogos y asociaciones de pacientes han reclamado una mejor atención psicológica y social a los pacientes con cáncer y sus familias y que se incorporen a la historia clínica de los enfermos las necesidades sociales que puedan tener, como datos sobre su nivel de renta o si viven solos.
Estas recomendaciones son fruto de un estudio sobre las "Necesidades no clínicas de los pacientes con cáncer y acompañantes en España: una visión multidisciplinar", impulsado por la Asociación
Española contra el Cáncer (AECC) y la Fundación para la Excelencia y Calidad de la Oncología.
En él, se han analizado las necesidades que presentan los pacientes con cáncer más allá del aspecto clínico y de tratamientos, así como las "lagunas" de comunicación que existen entre médico y enfermo. Una de las principales conclusiones del estudio es la carencia de psicólogos suficientes para atender a todos los afectados, tal y como ha denunciado la directora de Relaciones Institucionales de la AECC, Ana Fernández, que ha afirmado que existe una deficiencia "muy importante" en el manejo integral de la persona ante un diagnóstico"tan duro" como el de un cáncer.
De hecho, la mitad de los enfermos requiere en algún momento de asistencia psicológica, una atención que, para estos expertos debería estar protocolarizada desde la primera visita al oncólogo y que es valorada por el 90 % de los médicos, aunque sólo 2 de cada 10
la recomienda a su paciente. Fernández ha denunciado que en España no existe una cobertura psicológica total para estos pacientes y ha insistido en que esta figura se integre en el Comité de Tumores y en el equipo multidisciplinar que atiende al enfermo.
Otro dato del informe pone de manifiesto que el 100 % de los oncólogos consultados (pertenecientes a 14 hospitales de toda España) consideran "muy importante" incorporar a la historia clínica las necesidades sociales que puedan presentar los enfermos, tales como las dificultades económicas que puedan presentar o si se encuentran solos.
Sin embargo, sólo la mitad de los médicos añaden esta información al historial, lo que según Fernández puede afectar "de forma brutal" en la enfermedad, ya que hay fármacos que prescriben los médicos y que no forman parte de la cartera básica de servicios, suponiendo un coste añadido para el enfermo, como ciertos antidiarreicos o medicamentos para las náuseas.
También han reclamado que los médicos estén pendientes de si sus pacientes acuden solos a la consulta, porque "recibir la información solo es menos eficaz que hacerlo acompañado". Desde la AECC han insistido, asimismo, en que sólo 1 de cada 10 oncólogos y 3 de cada 10 enfermeros remiten a los pacientes a las asociaciones y entidades que trabajan con ellos y que les pueden ayudar a lo largo de su enfermedad. "No puede haber un paciente con cáncer que se sienta solo, desorientado o sin apoyo", ha subrayado Fernández.
El presidente de la AECC, Ignacio Muñoz, ha advertido de que en los próximos años la población con cáncer se va a duplicar y, en muchos casos serán personas que vivan solos. "Es un problema creciente al que se va a enfrentar la sociedad española" en un futuro cercano, ha alertado.
Por su parte, el presidente de la Fundación ECO, Vicente Guillem, ha aludido a la relación médico-paciente y a las carencias que han observado en cuestiones como la toma de decisiones compartidas, el acceso a los ensayos clínicos, la segunda opinión médica o el acceso a otras fuentes de información. Así, Juan Jesús Cruz, oncólogo de la Fundación ECO y coordinador del estudio, ha expuesto las disparidades entre las percepciones de médicos y pacientes sobre estos asuntos y ha destacado que, frente al 95 % de los profesionales que creen que la toma de decisiones terapéuticas es compartida, sólo el 40 % de los enfermos piensa lo mismo.
Además, a pesar de que el 92,5 % de los pacientes considera de interés la información sobre los ensayos clínicos, menos de la mitad dice recibir información al respecto y algo parecido ocurre con la oferta de una segunda opinión, ya que aunque el 62,5 % de los oncólogos afirma que la ofrece, sólo uno de cada diez pacientes manifiesta recibirla.