La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha lanzado la voz de alarma: los adultos españoles no consiguen dormir bien. La Sociedad Científica Española, fundada en 1949, apunta a que entre el 20 y el 48 por ciento sufre, en algún momento, dificultad para conciliar y mantener el sueño.
Así, muchas de las personas que sufren problemas para dormir, depositan sus esperanzas en la melatonina, uno de los remedios naturales frente al insomnio que más atención está acaparando en los últimos años.
Esto se debe a que buscar solución en esta sustancia, que se puede obtener sin necesidad de receta médica, incluso en el supermercado, parece un paso más sencillo y con menos efectos secundarios que recurrir a ansiolíticos o a otras pastillas para dormir.
Pero, ¿cuáles son los riesgos de tomar melatonina a diario? ¿cómo se debe tomar para dormir? ¿para qué tipo de pacientes no es recomendable? ¿cuáles son sus beneficios?
Con el objetivo de responder a estos interrogantes, entre otros muchos, Onda Cero se pone en contacto con Patricia Urquiza Izquierdo, licenciada en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), especialista en Bioquímica Aplicada y Química, y farmacéutica en la Farmacia Sada, en Aravaca.
Melatonina: qué es y para qué se utiliza
La experta afirma que la melatonina es una hormona que se encuentra de forma natural en nuestro cuerpo. "Se sintetiza por la glándula pineal, situada en la base del cerebro, a partir del aminoácido esencial Triptófano que se transforma de Serotonina en Melatonina", cuenta.
Este proceso ocurre durante la fase oscura, es decir, en ausencia de luz. La variación del nivel de melatonina en nuestro organismo regula el ritmo circadiano sueño-vigila.
Este ciclo, determinado por moléculas específicas de interacción intercelular (relojes biológicos), implica dormir por la noche y estar despierto durante el día.
En este contexto, Patricia Urquiza señala que el sueño es una necesidad biológica, que nos permite restablecer las funciones fisio-psicológicas. "Si empeora la calidad y la cantidad del sueño, disminuye el rendimiento intelectual, disminuyen los reflejos, aumenta la ansiedad y la irritabilidad", añade.
Además de facilitar la propensión al sueño regulando el ritmo circadiano, la experta sostiene que la melatonina interviene en muchos otros procesos biológicos como la estimulación de la hormona del crecimiento, tiene acción antioxidante neutralizando radicales libres, aumenta las defensas naturales del organismo y es oncostática en algunos tipos de tumores. Es decir, inhibe el crecimiento de células cancerígenas.
Además, Patricia señala que la la liberación de melatonina de forma general es a partir de las 22 horas, lo que indica a nuestro reloj biológico que es "hora de dormir". Alcanza su valor máximo sobre las dos horas.
Si empeora la calidad y la cantidad del sueño, disminuye el rendimiento intelectual, disminuyen los reflejos, aumenta la ansiedad y la irritabilidad
Del mismo modo, sus niveles son indetectables a partir de las seis horas, lo que indica que es "hora de despertar". "De media, disponemos de melatonina libre en nuestro organismo aproximadamente ocho horas", continúa la experta.
¿Puede un suplemento de melatonina ayudar a regular el sueño?
La especialista en Química y Bioquímica aplicada, sostiene que, con el paso de los años, la glándula pineal puede calcificarse, lo que conlleva una menor producción de melatonina. Por este motivo, los ciclos del sueño se van alterando con la vejez.
Patricia cuenta que el uso terapéutico habitual con evidencia científica de la administración de melatonina exógena se utiliza para el tratamiento del insomnio y para regular el sueño en situaciones de desfase horario.
Recomienda el consumo de la melatonina en los siguientes casos:
- Situaciones de dificultad de conciliar el sueño a la hora de acostarse convencional, lo que se denomina fase del sueño retrasada (personas en las que el patrón de sueño se retrasa dos horas o más que un patrón de sueño convencional).
- Casos de insomnio, fundamentalmente en adultos mayores que pueden tener deficiencia en la producción de melatonina endógena.
- Trastornos del ritmo circadiano en personas ciegas, por la incapacidad de percibir la diferencia entre luz y oscuridad.
- También contribuye a disminuir los efectos del síndrome de desfase horario (jet-lag).
Melatonina para dormir: efectos adversos
A dosis terapéuticas y bajo supervisión médica, la melatonina es segura en términos generales. La eficacia y la seguridad de la melatonina a largo plazo en adultos sanos está demostrada para el tratamiento del insomnio.
No obstante, la experta alerta de que, consumir melatonina a dosis inapropiadas o durante un tiempo prolongado sin llevar un control parte de un profesional, puede producir los siguientes efectos secundarios:
- Dolor de cabeza, mareos, somnolencia y náuseas.
- Menos frecuente puede ocasionar también ansiedad, depresión, temblores leves, confusión, irritabilidad y molestias gástricas.
- La ingesta de demasiada melatonina puede causar efecto contrario al buscado por alteración del ritmo circadiano normal. Puede derivar en pesadillas o sueños extremadamente vívidos, así como adormecimiento durante el día.
- Embarazo y planificación del mismo porque puede reducir la fertilidad. Tampoco debe usarse en períodos de lactancia.
- Contraindicado en epilepsia, enfermedades autoinmunes y pacientes trasplantados.
- Están descritas interacciones con tratamientos farmacológicos usados como anticoagulantes, hiperglucemiantes, antihipertensivos, sedantes y píldoras anticonceptivas entre otros. Debe consultarse siempre con un facultativo.
Así, subraya la importancia de acompañar su uso con cambios y actitudes de hábitos de vida y régimen de sueño adecuados, así como controlar las condiciones ambientales. Probablemente pueda prescindirse de su administración con unas rutinas adecuadas
¿Puede generar dependencia o crear adicción?
Ante la duda sobre si se puede generar algún tipo de dependencia a esta hormona, Patricia Urquiza sostiene que no hay evidencia de que se adquiera dependencia física y no provoca síndrome de abstinencia al dejarla de tomar. Por lo tanto, en dosis terapéuticas y uso responsable, su uso es seguro incluso a largo plazo.
Sin embargo, la experta sostiene que al no ser considerado un medicamento, sino como complemento alimenticio, no hay estudios relevantes a largo plazo.