Estas en una entrevista de trabajo y tienes la oportunidad de tu vida al alcance de tu mano. Sin embargo, llega una pregunta que te deja sin palabras: “En tu último trabajo, ¿qué fue lo que realmente te impidió avanzar?”. En ese instante, no solo se pone a prueba tu capacidad de introspección, sino que te reta a desnudar tus vulnerabilidades sin perder la compostura.
Esta pregunta, aparentemente simple, es el arma secreta de Kara Brothers, presidenta mundial de Starface, para descubrir algo mucho más profundo que una lista de logros o habilidades. Lo que busca es evaluar la inteligencia emocional del candidato, una habilidad que, más allá de los currículums perfectos, es clave para el éxito en el competitivo mercado laboral de 2025. ¿Estás listo para enfrentarte a esta prueba sin caer en la trampa?
La inteligencia emocional: la habilidad más valiosa de 2025
A medida que las Hard Skills o habilidades técnicas se convierten en requisitos básicos, las Soft Skills o habilidades blandas como la inteligencia emocional, han emergido como la piedra angular para los empleados que buscan sobresalir en sus carreras. Definida por Daniel Goleman, psicólogo y periodista estadounidense, esta capacidad implica reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones y las de los demás. En el ámbito profesional, la inteligencia emocional está estrechamente ligada al manejo del estrés, la empatía, la resolución de conflictos y la habilidad para trabajar en equipo.
De hecho, investigaciones han demostrado que esta capacidad es un predictor mucho más fiable de éxito laboral que el cociente intelectual. Y lo mejor de todo: se puede cultivar. En 2025, la habilidad para gestionar relaciones interpersonales y adaptarse a entornos de trabajo cambiantes y desafiantes se está convirtiendo en la competencia más demandada. Sin embargo, ¿cómo pueden los reclutadores evaluar algo tan abstracto y subjetivo durante una entrevista?
Kara Brothers y la pregunta clave
Kara Brothers, quien se unió a Starface en 2021, es una de las ejecutivas que ha comprendido el impacto de la inteligencia emocional en el desempeño profesional. Para la experta, la pregunta que marca la diferencia es la que a muchos candidatos les parece incómoda, incluso difícil de responder: “En tu último trabajo, ¿qué fue lo que realmente te impidió avanzar?”
“Esta pregunta está diseñada para ir más allá de las respuestas tradicionales y superficiales”, explica Brothers. “Quiero saber si el candidato es capaz de reconocer las barreras internas, ya sean emocionales, personales o profesionales, que lo han limitado en el pasado. No solo busco un buen trabajo técnico, sino a alguien que pueda gestionar su propio crecimiento y aprender de sus propios errores”, cuenta.
El propósito de esta consulta no es simplemente explorar las debilidades de los candidatos, sino poner a prueba su autoconciencia y su disposición para aceptar críticas y aprender de sus fracasos. En última instancia, la respuesta a esta pregunta puede revelar la capacidad del candidato para enfrentarse a situaciones difíciles, superar obstáculos y adaptarse en un entorno laboral en constante evolución.
¿Cómo puedes responder a esta pregunta?
Es probable que, en un principio, la pregunta de Kara Brothers te desconcierte. Es tentador responder con una lista de logros, eludir cualquier mención de fracasos o enfocarse únicamente en las circunstancias externas. Sin embargo, los reclutadores buscan más que una versión edulcorada de la realidad. Ellos quieren ver a una persona capaz de reflexionar sobre sus propias experiencias de manera honesta y constructiva.
El truco, según los expertos, es mostrar un equilibrio entre la vulnerabilidad y la responsabilidad. Un buen ejemplo sería este:
“Me di cuenta de que, en mi puesto anterior, la falta de claridad en los objetivos de mi equipo me impidió ser tan productivo como hubiera querido. Después de reconocer esto, tomé la iniciativa de organizar reuniones de alineación semanal para asegurarme de que todos estuviéramos en la misma página. Aunque al principio fue un desafío, esta pequeña mejora hizo que todos trabajáramos de manera más eficiente”.
Este tipo de respuesta no solo demuestra autoconciencia, sino también la capacidad de aprender de los errores y aplicar soluciones prácticas.
La inteligencia emocional y su impacto en el éxito profesional
¿Pero qué hace que la inteligencia emocional sea tan valiosa para los empleadores? Los datos son contundentes: las personas con alta inteligencia emocional son más resilientes, se adaptan mejor a cambios y gestionan de manera más efectiva las tensiones del día a día.
Además, las empresas están cada vez más interesadas en cómo un empleado maneja las relaciones interpersonales dentro de su equipo. Según un estudio realizado por la consultora TalentSmart, el 90% de los empleados más exitosos tienen un alto nivel de inteligencia emocional. Las habilidades blandas como la empatía y la gestión de conflictos son ahora tan valoradas como las destrezas técnicas.
La autoconciencia es la base de la inteligencia emocional. Esta habilidad se refiere a la capacidad de reconocer y comprender nuestras emociones, pero también cómo estas afectan nuestra conducta y relaciones con los demás. No se trata solo de ser conscientes de nuestros sentimientos en un momento dado, sino de identificar patrones de comportamiento que pueden impactar en nuestro desempeño. Reflexionar sobre nuestras emociones y acciones, y ser honestos sobre nuestras limitaciones, nos ayuda a gestionar de manera más efectiva nuestro lugar en el trabajo.
¿Cómo puedes desarrollar tu inteligencia emocional?
No se trata de esperar a que la pregunta difícil llegue para comenzar a trabajar en tu inteligencia emocional. Puedes empezar hoy mismo. Juliette Han, neurocientífica de Harvard, sugiere un ejercicio simple de tres pasos para mejorar la autoconciencia:
- Reflexiona sobre tus intereses y habilidades: haz una lista de tus fortalezas y los aspectos de tu trabajo que realmente disfrutas. Cuanto más claro tengas qué te apasiona, más fácil será encontrar un rol que se ajuste a tu naturaleza.
- Busca retroalimentación de los demás: pregunta a compañeros y supervisores cómo te perciben y qué áreas creen que necesitas mejorar. Este tipo de retroalimentación es invaluable para conocerte mejor y corregir posibles deficiencias en tus comportamientos o habilidades.
- Perfecciona tus habilidades emocionales: utiliza la información que has recopilado para mejorar en las áreas que te gustaría fortalecer. Si, por ejemplo, te das cuenta de que puedes ser más empático en situaciones difíciles, comienza a practicar la escucha activa o la validación emocional con tus compañeros.
