A pocas semanas de que la mitad de la ciudadanía empiece su periodo de vacaciones, muchos se hacen la misma pregunta a la hora de acudir a los destinos más habituales: ¿puedo ir con mi perro a la playa?
Este verano es el primero en el que la ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales entra en vigor. Aunque es la ley de Costas la que define y regula el dominio marítimo y terrestre, la norma de protección y bienestar de animales se refiere a los animales de compañía.
¿Qué pasa si voy con mi perro a una playa?
Concretamente, la normativa deja en manos de los ayuntamientos los espacios habilitados para mascotas en playas, parques y otros lugares públicos. Así, deben ser los municipios los que establezcan las respectivas ordenanzas municipales y conviene consultar la norma municipal en la playa a la que se desea acudir con el perro.
Por ello, hay cada vez más ayuntamientos que han habilitado playas caninas. Las zonas tienen que estar bien señalizadas y mantener una limpieza frecuente.
En cuanto a las playas en la que no se permiten las mascotas, las multas pueden ascender a los 3.000 euros. Determinados ayuntamientos no permiten el acceso a los perros desde las 20:00 hasta las 8:00 horas de cada día entre mayo y octubre, mientras que otros lo prohíben desde octubre hasta abril.
La normativa en las playas con bandera azul
La concesión del prestigioso distintivo para certificar la calidad de las playas a nivel mundial, que España liderará este verano un año más, también prohíbe el acceso de los animales domésticos a las zonas de baño.
Para cumplir con los criterios Bandera Azul a nivel internacional, uno de los requisitos que se exige es precisamente que el municipio asegure con una ordenanza municipal la prohibición de animales domésticos en la playa (o zona de baño galardonada con el distintivo) durante la temporada de baño, con la excepción de los perros guías para personas con deficiencias visuales.
