El verano es la época del año en la que más viajamos. Sea cual sea el destino, a la hora de viajar, solemos generar unas expectativas sobre el lugar que vamos a visitar y muchas veces estas no se corresponden con la realidad. Esto provoca una frustración y una desilusión difícil de gestionar que puede llegar, incluso, a estropear nuestro viaje.
Pero también puede ocurrir todo lo contrario. Es posible que al llegar a nuestro destino nos "enamore" y deslumbre más de lo que esperábamos, superando todas nuestras expectativas.
Ciudades, pueblos, playas...Descubrir nuevos paisajes tiene un efecto en los viajeros que en ocasiones puede causar algunos síndromes poco conocidos.
Es el caso del síndrome de Stendhal que toma su nombre del escritor francés Marie-Henri Beyle, conocido por el seudónimo de Stendhal, quien sufrió una reacción anómala cuando visitó Florencia en 1817.
Qué es el síndrome de Stendhal
Se trata de una enfermedad psicosomática provocada por una sobredosis de belleza. Este trastorno suele producirse ante una exposición de riquezas artísticas. La sobreestimulación del cerebro ante una belleza extrema puede generar alteraciones como palpitaciones, un elevado ritmo cardíaco, vértigo, mareos, confusión, temblores, cambios bruscos de humor, ansiedad e incluso depresiones y alucinaciones.
El síndrome de Stendhal es conocido también como Síndrome de Florencia ya que es el lugar en el que se originó y en el que más casos se dan.
Cuando Stendhal viajó a la capital toscana en 1817 describió así su experiencia:
"Experimentaba una especie de éxtasis por la idea de estar en Florencia… Me sobrecogió una feroz palpitación del corazón… El manantial de la vida se secó dentro de mí, y caminaba con el miedo constante de caer al suelo".
Años más tarde, en 1979, la psiquiatra, Graziella Magherini, estudió a los turistas que visitaban esta ciudad. Comprobó entonces que sufrían mareos, alucinaciones, palpitaciones y despersonalización al contemplar algunas de las obras de arte, como las pinturas de Botticelli o esculturas de Miguel Ángel.
Tratamiento
A la hora de tratar este síndrome, lo principal es aliviar los síntomas. Para ello es recomendable descansar, hidratarse, llevar una alimentación equilibrada y protegerse del sol para evitar desvanecimientos. Los casos más graves pueden requerir psicoterapia.
¿Es real este síndrome?
Existe cierta controversia sobre si este trastorno es real o no. Algunos consideran que verdaderamente se trata de una patología y otros lo ven como una sugestión artística. Los que opinan esto último creen que se trata más bien de una reacción autoinducida, ya que incluye síntomas leves que se manifiestan de forma positiva, como el placer o la emoción.