Un estudio que ha tenido una duración de trece años ha extraído relevantes conclusiones a través de la calidad del sueño de los 605 adultos que han participado. A través de un cuestionario, estas personas de una media de 50 años, informaban de su calidad del sueño. A su vez había otro grupo de control, este de 2.600 personas de 83 años de media. La investigación de eClinicalMedicine y llevado a cabo por profesionales de la Universidad de Birmingham, apunta a las pesadillas como una señal temprana de deterioro cognitivo y demencia.
Cuando este tipo de sueños se producen con asiduidad, pueden indicar alteraciones en nuestro organismo que pueden estar relacionadas con el estrés y ansiedad o algún otro tipo de patología. Así, los científicos señalan que los adultos que sufren pesadillas al menos una vez a la semana tienen hasta cuatro veces más de probabilidades de sufrir demencia a lo largo de su vida.
"Sabemos que enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer, a menudo, tienen inicio mucho antes de que el paciente sea diagnosticado y, en algunas personas, los malos sueños y las pesadillas pueden ser uno de los primeros signos", explicaba en The Guardian Abidemi Otaiku, neurólogo del Centre for Human Brain Health de la Universidad e investigador principal de la investigación.
El párkinson también se ha asociado con las pesadillas. De hecho, el mismo doctor publicó otra investigación en la que relacionaba ambas. Las personas que sufren frecuentemente pesadillas, tienen el doble de posibilidades de padecer el párkinson. Eso sí, explican que no hay que caer en el alarmismo, se trata de un factor más que puede ayudar a realizar un diagnóstico temprano tanto de la demencia como del párkinson.