Abrir una botella de plástico puede ser molesto para ciertos europeos después de que el año pasado se implementase la medida de unir el tapón al propio recipiente.
Esta decisión, que al principio no fue bien recibida por la mayoría de las personas, forma parte de una medida ambiental introducida en la Unión Europea en 2019 para reducir la contaminación por plásticos.
Ahora la UE ha decidido dar un paso más hacia la sostenibilidad con la adopción de una nueva medida. A partir de este mes todas las botellas que se hayan fabricado con tereftalato de polietileno (PET) deberán contener al menos un 25% de plástico reciclado.
Con esta decisión se pretende revolucionar la producción y el consumo de plásticos. Este nuevo procedimiento requerirá de innovación tecnológica y dará pie a una mayor concienciación de la sociedad en materia de reciclaje y consumo responsable.
Es cierto que esta medida no afecta tanto a los consumidores como la anterior, sino que va dirigida más bien a los fabricantes de botellas de plástico, quienes deberán empezar a aplicar la nueva normativa al respecto.
De cara al año 2030 esta medida pretende dar un paso más: conseguir que todas las botellas de plástico se fabriquen con, al menos, un 30% de plástico reciclado.
El peligro de los microplásticos
Los microplásticos son fragmentos de plástico muy diminutos, menores de 5 milímetros, y son contaminantes. Por esta razón se pretende seguir avanzando en la reducción de la producción y uso de plásticos en el planeta.
Estos materiales diminutos han sido capaces de penetrar en el cuerpo humano, por lo que intentar reducir su presencia es cada vez un objetivo más prioritario de cara a los próximos años.
