El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 presentó la Ley del Bienestar Animal, aprobada el 22 de diciembre de 2022. No obstante, a pesar de que su tramitación se llevó a cabo por vía de urgencia, todavía no ha entrado en vigor, debido a las desavenencias existentes entre PSOE y Unidas Podemos, quienes no se ponen de acuerdo a la hora de aplicar ciertos puntos.
El texto fue aprobado por ambos partidos en el Consejo de Ministros, sin embargo, los socialistas, con el apoyo de otros partidos como el PP, Vox, PNV o Coalición Canaria, presentaron una enmienda para que en la nueva ley quedasen excluidos los perros de caza. Por su parte, Podemos considera que esta decisión es de "extrema gravedad", algo que secunda PACMA, que bajo el lema 'Ningún perro fuera de la ley', convocó el pasado 8 de enero manifestaciones en 27 ciudades españolas.
A causa de este bloqueo parlamentario, esta norma, que se encuentra actualmente en tramitación en el Congreso, está paralizada, a pesar de que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha manifestado en distintas ocasiones que su aplicación es de "máxima importancia".
Claves de la nueva Ley de Bienestar Animal
Uno de los puntos más importantes de la Ley de Bienestar Animal es el endurecimiento de las penas por maltrato. Y es que, si entrase en vigor, un abandono podría costar entre 500 y 10.000 euros de multa, la cual aumentaría en función de las circunstancias en las que se cometiese este acto. De considerarse 'grave', este hecho podría ser sancionado con multas de entre 10.001 y 50.000 euros, mientras que si es 'muy grave', la sanción sería de 50.001 a 200.000 euros. Cabe destacar que, de momento, esta normativa no incluiría a animales que participen en espectáculos taurinos, gallinas y vacas.
La Ley de Bienestar Animal, que creará una Estadística Nacional de Bienestar Animal para contar con datos oficiales de abandonos, adopciones y maltrato, también incorpora otras medidas:
Animales de compañía
Solo en nuestro país hay alrededor de 29 millones de animales domésticos conviviendo en distintos hogares españoles. Por ello, era necesario regular sus cuidados mediante una serie de normas:
- Esterilización de mascotas: para intentar reducir la cría descontrolada y futuros abandonos, la normativa establece la obligatoriedad de esterilizar a todas las mascotas que habiten fuera del interior de las viviendas.
- Identificación de animales de compañía: de esta manera se pretende crear un listado que establezca qué animales pueden convivir con personas y cuáles no.
- Obligatoriedad de supervisión: los animales de compañía no pueden estar más de tres días consecutivos sin vigilancia.
- Prohibición de la comercialización de perros, gatos y hurones en tiendas de mascotas: desde la entrada en vigor de la Ley, las tiendas dispondrán de un plazo de 12 meses para finalizar la venta de estos animales.
- Regulación de la cría de animales: solo podrá ser ejercida por criadores registrados y profesionales.
- Sacrificio cero: se prohíbe acabar con la vida de animales de compañía sin que exista una causa debidamente justificada como podrían ser, motivos sanitarios.
- Vacunación: será obligatorio para todas las mascotas para protegerlos de enfermedades.
Uno de los puntos más polémicos se ha originado ante la norma que dicta que todas las personas que quieran tener un perro, deberán realizar un curso previo, mientras que aquellos que ya sean dueños de uno, tendrán un plazo de dos años para realizarlo.
Al mismo tiempo, la ley deroga la lista de los perros más peligrosos y la sustituye por una evaluación de sociabilidad para los más grandes. También quedará prohibido dejarles solos durante más de 24 horas.
Es importante destacar que quien quiera tener cachorros deberá inscribirse en el Registro de Criadores de Animales de Compañía. De no hacerlo, hanría que enfrentarse a una sanción económica de entre 500 y 1.000 euros.
Animales salvajes
El Ministerio de Derechos Sociales prohibirá el uso de animales salvajes en espectáculos públicos como los circos, una medida que previamente ya ha sido tomada por otras ciudades españolas. Finalmente, se transformarán los delfinarios y zoológicos en centros de recuperación animal.