reabre sus puertas

La Ventas acoge la primera corrida de toros en Madrid tras el parón por la pandemia

El cartel ha reunido a grandes figuras del toreo como Enrique Ponce o Julián López 'El Juli'.

ondacero.es | EFE

Madrid | 02.05.2021 21:17

La Ventas acoge la primera corrida de toros en Madrid tras el parón por la pandemia
La Ventas acoge la primera corrida de toros en Madrid tras el parón por la pandemia | Agencia EFE

La plaza de toros de Las Ventas ha reabierto sus puertas para acoger el primer festejo después de 18 meses de inactividad, y lo ha hecho en un ambiente enrarecido horas antes del festejo, marcado por el protocolo sanitario, pero tremendamente emocionante cuando arrancaron los clarines y timbales.

Una reapertura sin políticos

Todo el protagonismo lo copó la afición, la misma que agotó las 6.000 entradas en poco más de dos horas desde que se abrieron las taquillas online. La esfera política, en cambio, prefirió quedarse en un segundo plano, y es que no se dejó ver nadie de la plana mayor del gobierno autonómico, ni siquiera su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, que dejó el testigo a Miguel Abellán como director gerente del Centro de Asuntos Taurinos. Las que si estuvieron, en cambio, fueron la infanta Elena y su hija, Victoria Federica de Marichalar y Borbón, que ocuparon una localidad de la meseta de toriles, el sitio habitual del rey Juan Carlos cuando se dejaba ver en los toros.

Lo importante es que había ganas de toros en Madrid, pero había más ganas todavía de volver a pisar el interior de la Monumental madrileña, engalanada para la ocasión con guirnaldas y banderas, aunque sin ningún motivo goyesco en un día como este, el 2 de mayo, día de la Comunidad y en el que Joselito hizo historia hace 25 años con una de las tardes señeras de la historia reciente del toreo.

Medidas de seguridad

En las horas previas al festejo la plaza respiraba un ambiente distinto, lejos de aquellos de las grandes tardes de feria. El uso de mascarillas y la distancia social marcaron un comportamiento alejado del fervor de otros tiempos. Y es que hasta cinco activistas de PACMA, con su presidenta, Laura Duarte, a la cabeza, se personaron pacíficamente y sin hacer ruido para pedir una vez más la abolición de la tauromaquia. No hubo ni un solo cruce verbal entre activistas y aficionados, que estaban más pendientes de saber por qué puerta tenían que entrar y en que franja horaria, pues este acceso escalonado al recinto ha sido otro de las medidas impuestas para evitar aglomeraciones, además de la toma de temperatura y el uso del gel hidroalcohólico.

La afición, la gran protagonista

Una vez dentro la cosa cambió radicalmente, sobre todo cuando, otra vez, volvieron a sonar los clarines y timbales. La tremenda ovación que surgió en ese momento era imposible que no emocionara, igual que cuando se hicieron presentes los toreros en el ruedo y el minuto de silencio acompañado del himno nacional tras el paseíllo. En ese momento, desde el "siete", como no podía ser de otra manera, aparecieron tres pancartas: una que recordaba a las víctimas de la covid-19, otra que pedían "toros ya" y una tercera en la que recordaban que Las Ventas es "plaza de temporada", como pidiendo que este festejo tenga continuidad con otros más en los próximos meses. Todo dependerá del gobierno regional que salga tras el 4M, si realmente obligará a la empresa adjudicataria a reabrir o seguirán dando por bueno el silencio que desde Plaza 1 llevan guardando los últimos 18 meses.

De momento, el actual gobierno, el encargado de organizar este festival, no se dejó ver en la plaza de Madrid, ni siquiera su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, que presumiblemente quiso dejar todo el protagonismo a los actuantes, a la afición, y a la plaza de Madrid, que había sido objeto de un lavado de cara para la tarde en la que reabría sus puertas 448 días después.

Guirnaldas y banderas por doquier, las tablas y burladeros recién pintados, como algunas paredes y techos, visiblemente dañados por el temporal Filomena, que, además, ha obligado también a un lavado de cara rápido en otras dependencias como la capilla, la enfermería y los corrales. La plaza se engalanó para la ocasión, aunque en el recuerdo siempre estará el tenderete de Matías, el librero que durante muchísimos años vendía "cultura taurina" en el templo del toreo, y que murió el año pasado por la covid-19, el mismo virus que se llevó a Simón y su "puesto ambulante" con el que vendía revistas, llaveros y demás "merchandising" por los tendidos.