La doctora Noelia de Mingo ha sido detenida este lunes en El Molar, Madrid, después de haber acuchillado a dos personas en un supermercado, una mujer de 46 años y otra de 53, que han sido trasladadas al hospital. Finalmente, la Policía ha detenido a la agresora, que tiene antecedentes penales y había estado en la cárcel.
Su primer asesinato sucedió el 3 de abril de 2003. De Mingo, que por entonces tenía 31 años y era médico interna residente en el servicio de Reumatología de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, mató a cuchilladas, durante un brote psicótico, a tres personas e hirió a otras seis. Los tres fallecidos en el ataque fueron una médico residente, el esposo de una paciente del hospital y una paciente. Las otras seis víctimas resultaron heridas al intentar parar a la asesina.
Quedó en libertad en 2017
A los tres años del crimen, fue juzgada y enviada a prisión y finalmente la Audiencia Provincial la absolvió en 2006 de los cargos de homicidio e intento de homicidio ya que quedó probado que De Mingo sufría esquizofrenia paranoide crónica. La doctora residente aseguró que sufría alucinaciones y creía que sus compañeros querían matarla, por lo que finalmente fue condenada a 25 años de internamiento en un psiquiátrico en el centro penitenciario de Fontcalent (Alicante).
Durante su internamiento, la doctora estudió varios idiomas y los especialistas forenses emitieron un informe completo y exhaustivo en el que hablaban de su evolución favorable. Esto provocó que en 2017 fuese puesta en libertad bajo custodia de su madre de 80 años con el argumento de que "todos los informes de todos los profesionales que han tenido contacto con Noelia de Mingo son absolutamente coincidentes". Además, De Mingo tenía que ser sometida a un tratamiento ambulatorio permanente.
A penas salía de casa
Según ha podido saber el diario ABC, desde su puesta en libertad, Noelia de Mingo ha vivido con su madre en El Molar y, hasta ahora, no había protagonizado ningún incidente sonado. Tal y como explica el periódico, De Mingo apenas salía de casa, situada en la plaza del pueblo, ya que su madre no se lo permitía.
Asimismo, las pocas veces que ha tenido contacto con las personas fue yendo a misa, siendo la última vez el 14 de septiembre.
Críticas tras su puesta en libertad
En 2017, el abogado de las familias de las víctimas del ataque de 2003, Carlos Sardinero, censuró la puesta en libertad de De Mingo, ya que consideraba que su madre era demasiado mayor para poder ocuparse de su hija. Sardinero dijo: "no podemos asumir el riesgo de que lo vuelva a hacer. Hemos pedido que se celebre una vista a la que acuda su madre y que la Clínica Médico Forense, imparcial, evalúe a De Mingo. Ingresada está controlada, pero fuera y ante situaciones problemáticas puede sufrir algún brote".
Asimismo, la asociación El Defensor del Paciente manifestó su rechazo de las familias de las víctimas a la puesta en libertad y recordó la "enorme peligrosidad" que su salida a la calle suponía. Según alegaban: "Es curioso que se proponga la vigilancia de su madre, cuando convivió con su hija sin percibir que llevaba más de dos años con sintomatología delirante; ninguna prueba apunta a que tenga las competencias suficientes para asumir semejante responsabilidad".