El reto, que ha llenado Internet de bebés con queso en la cara, tiene su origen en en el vídeo en el que un chico lanzaba una loncha de queso a su hermano pequeño y acompañaba las imágenes con el mensaje: "He queseado a mi hermanito". El vídeo se publicó el pasado 28 de febrero, y desde entonces, son muchos los usuarios que han querido imitar esta broma que muchos otros califican de denigrante.
Algunos de los vídeos ya cuentan con ocho millones de reproducciones. El desafío ha desatado las críticas en las redes de otros usuarios, que consideran que esta práctica es humillante para los pequeños y no ven con buen ojos desperdiciar comida de esa manera.