La Comunidad de Madrid ha participado en un proyecto sobre la efectividad de los fármacos mediante la nutrición.
A través de esta iniciativa, el Instituto de Estudios Avanzados IMDEA Alimentación ha descubierto, junto al Instituto de Investigación Biomédica de Lleida (IRBLleida), la presencia de nano vesículas en residuos de la industria alimentaria.
Se trata de compartimentos que almacenan y transportan compuestos y que pueden ser utilizados para transmitir sustancias por el organismo como, por ejemplo, la medicación.
Estas partículas se encuentran de forma natural en estos productos, especialmente en los fermentados, como lácteos, vino o cerveza, y en los residuos derivados de su producción. Así, los investigadores han analizado subproductos de la elaboración de cerveza (facilitado por la fábrica de cerveza Mahou-San Miguel), yogur, té, kombucha y vino (proporcionado por la bodega Castell de Remei).
El estudio ha demostrado que las vesículas podrían favorecer la reducción de las dosis de ciertos fármacos y mejorar su distribución en el cuerpo, aumentando su efectividad y disminuyendo los efectos secundarios. Del mismo modo, esta investigación permitiría convertir en tratamiento oral diversas terapias que actualmente sólo se pueden administrar en otras modalidades.
