Una de las sorpresas de la temporada ha llegado de la mano de Virgin Voyages, una naviera muy joven, ya que Richard Branson lanzó el primer barco de los tres que tienen en el año 2017. Branson decidió revolucionar la industria de los cruceros y lo está consiguiendo con propuestas como la que ellos mismos denominan "crucero canalla". Nosotros nos embarcamos en el Resilient Lady, el tercer barco de la compañía y primero de todo hay que decir que se trata de una propuesta sólo para adultos. Nos encontramos ante un barco con un diseño rompedor, ya que la idea inicial era que estuvieran inspirados en megayates, pero la propuesta rompedora es la que se vive a bordo y también en tierra, ya que las llegadas a los destinos suelen ser más tardías para que los pasajeros puedan disfrutar de las tardes y las noches en Santorini, Mikonos, Kotor o Ibiza.
En nuestro caso, iniciamos en periplo en Atenas y proseguimos hacia Montenegro, donde la jornada en la maravillosa Kotor siempre es muy agradable, a pesar de que en esta época está francamente congestionada de turismo. De ahí, el Resilient Lady se dirigió a Croacia, visitando Dubrovnik y Split, para recalar en la isla griega de Corfú y regresar a Atenas tras un día de navegación para desembarcar.
¿Cómo es un crucero canalla?
Un crucero canalla es una propuesta muy diferente, totalmente desenfadada y sin dress code, donde la variedad de huéspedes es más amplia que en ninguna otra naviera, pero con un único objetivo: degustar la excelente gastronomía que tienen a bordo -otra de las sorpresas-, ver espectáculos más parecidos a un cabaret del siglo XXI que a los musicales tipo Broadway de otras compañías, con interacción permanente del público, disfrutar de las piscinas con un DJ donde la música de los 80 es la protagonista, cabinas en su gran mayoría con terraza y la mítica hamaca roja de Virgin en cada una de ellas. Pero hay opciones para todos los gustos. Si quieres estar tranquilo y no te interesa la clásica Scarlet Night, donde todo el pasaje se enfunda en sus mejores galas de color rojo en una fiesta por todo el barco, puedes optar por tomar algo relajadamente en algunos de los múltiples espacios disponibles escuchando piezas de guitarra después de cenar en alguno de los restaurantes, todos de diseño contemporáneo y donde se puede elegir entre propuestas muy diversas y francamente sorprendentes. Todo se reserva a través de una App, y hasta la decoración luminosa de las cabinas se gestiona con una tablet. Llama la atención los espacios dedicados para los coleccionistas de discos de vinilo, un centro donde hacerse un tatoo para quien así lo desee y tiendas a bordo con artículos vintage, todo muy de los años 80 y 90.
El denominado Branson’s Rooftop consiste en un amplio espacio abierto en la última cubierta donde los pasajeros que costeen aparte su acceso disponen de una especie de Beach club para estar tranquilos y degustar los cócteles en sus cabanas. Es decir, la idea que se transmite y se vive a bordo es la de estar en un resort moderno, sin horarios ni rigideces, donde cada huésped se diseña su propia experiencia y dispone de todas las opciones para ello.
Disfrutar del destino al caer el sol
Uno de los puntos fuertes son las horas de llegada a los destinos. La mayoría de las navieras, salvo las de lujo, que disponen de días overnight, donde el barco pernocta en el puerto en ciudades de tamaño mayor, como puede ser Estambul o Hong Kong, llegan a primera hora de la mañana y a media tarde zarpan para el siguiente destino, pero cada vez más las navieras van innovando en cuanto a las horas en destino y en este caso, Virgin decidió llegar más tarde, como a media mañana, y dejar algunos puertos por la noche, incluso pernoctando en algunos de ellos, donde muchos huéspedes desean conocer el destino contemplando en tierra las puestas de sol o cenando en algunos de los lugares más míticos. Cierto es que durante la mañana es cuando se concentran más turistas -sea de crucero o de otra índole- visitando los puntos de interés. Es por ello que es un punto a favor el horario cambiado en este sentido.
Consejos para profanos en cruceros
Alguien que no se ha embarcado nunca en un crucero debería tener en cuenta, en primer lugar, que conviene buscar un itinerario atractivo para el viajero, pero combinado con el tipo de barco que quiere para ello. Los más veteranos probablemente buscarán el barco más nuevo de la flota que se ajuste al viaje que quiera llevar a cabo. Además del presupuesto de cada uno que se quiera destinar, no es lo mismo hacer un crucero en familia y con niños, que una pareja sin niños, que un viajero solo -cada vez más numeroso, por cierto- o un grupo de amigos. Las opciones son tan diversas como los gustos de cada uno y me da la sensación de que Virgin está captando viajeros nuevos, ajenos a los cruceros y de edades más jóvenes.