La semana pasada hablamos de los prejuicios gastronómicos y nuestra tendencia a relacionar los alimentos con el sabor de otros similares para "cogerles el gusto".
Sin embargo, cuando nos enfrentamos a ese "asco alimentario", desarrollamos la neofobia, un fenómeno que, según nos cuenta nuestra historiadora gastronómica Ana Vega, no es más que "un miedo muy humano a las experiencias desconocidas". Uno de esos alimentos que generan esta disputa, aunque se trata más bien de un condimento, es el cilantro.
El caso de esta hierba aromática, según nos cuenta Ana Vega, "es curioso", ya que reconoce que "en mi súper no había cilantro hasta hace un par de años". Y es que el hecho de que se haya puesto de moda repentinamente puede deberse a la llegada de muchos inmigrantes latinoamericanos que se han instalado en España y que lo consumen frecuentemente, lo que ha ayudado que se asiente en nuestra gastronomía.
En España hemos adaptado la conocida como "cocina fusión", algo que ha favorecido y mucho el hecho de que cada vez esté más presente en nuestros platos y que, al mismo tiempo, y lo adoremos u odiemos a muerte, una cuestión en la que Ana Vega y Julia Otero han querido posicionarse conjuntamente optando por la segunda opción.
Sin embargo, nuestras compañeras no son las únicas, ya que, según nos cuenta Ana Vega, "la cilantrofobia existe y es un fenómeno estudiado por la ciencia".