¿Qué hubiera pasado si Einstein, Schrödinger o Heisenberg hubiera nacido mujer? Esta es la pregunta que nos lanza la Campaña “No more Matildas”, una propuesta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) para visibilizar y promover el talento científico femenino.
Rosalind Franklin, la científica que debió haber recibido el Nobel
Pero no es la única: ¿a cuántas científicas conocemos? ¿se las ha ninguneado en los libros de texto? Hay un caso flagrante y afortunadamente cada vez más conocido: el de Rosalind Franklin, la descubridora de la estructura del ADN. A sus compañeros le dieron el Nobel cuando ella ya murió, acabaron reconociéndolo y la comunidad científica tuvo que pedir perdón. No es el único caso, Nettie Stevens, la primera investigadora en describir las bases cromosómicas que determinan el sexo, es otro ejemplo, dado que se otorgo el hallazgo a Edmund Wilson.
Un ejemplo reciente de gran importancia... Gracias al papel de la mujer en la ciencia hoy contamos con el modelo ARN mensajero que se utiliza en las vacunas contra la Covid: la bioquímica húngara Katalin Karikó. Probablemente gane el premio Nobel y es considerada, en cierta medida, la madre de las vacunas de Pfizer y Moderna.
"No podemos perder el talento de la mujer en la ciencia"
Adela Muñoz Páez, catedrática de Química Inorgánica de la Universidad de Sevilla y presidenta de AMIT-Andalucía, asegura que hay casos lamentables como el de la mujer de Einstein, Mileva Marić. "Su brillantez quedo rota cuando tuvo que ir soltera a su país de origen a dar a luz, porque su pareja (Albert Einstein) se negó a acompañarla", asegura Muñoz sobre historias lamentables de mujeres científicas que han visto truncada injustamente su carrera. "Aunque no esté su nombre en el trabajo de Einstein hay muchas evidencias indirectas de que participó, pero no hay una prueba fehaciente para decir que hubo una participación directa", explica la doctora Muñoz. Más evidente es el caso de Rosalind Franklin: "Ninguno de sus compañeros hizo ningún experimento, murió con 38 años a cusa de un cáncer por una exposición prolongada a los rayos X".
Estefanía Gonzalez, del Colegio Público Miguel Hernández de Torrejón de Ardoz, asegura que decidió emprender una campaña en su centro educativo porque vieron "una falta de referentes femeninos que los alumnos tenían en los libros de texto". Valentín Bayarri, del Instituto de Educación Secundaria Luis Vives, explica que "intenta fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas sobre las niñas y hemos nombrado bastantes aulas con nombres de científicas". Actividades y campañas así favorecen a tener referentes y que las niñas fomenten su vocación científica: "lo que no podemos permitirnos es perder el talento de la ciencia en la mujer", asegura la doctora Muñoz.