General Monzón opina que "es mucho peor la basura ética y moral que venimos padeciendo, que la basura física y material", pero a pesar de esta reflexión, apunta que "la vida en las ciudades no es concebible sin la retirada de esos elementos deshechables". Cree que "una huelga de recogida de basuras es un atentado contra la higiene", pero que "no se debe poner a los trabajodores de limpieza en la tesitura de que tengan que recurrir a la huelga".
Javier Sardá busca el origen de esta huelga y opina que "este Estado es carísimo y cada vez tendremos que recortar más". Asegura que "me gustaría coger las tijeras y simplificar la estructura del Estado", "lo que haría sería simplificar el Estado y con los mismos pocos impuestos, entonces los señores que trabajan recogiendo la basura en Madrid podrían cobrar un sueldo que no fuese basura".
Juan Carlos Girauta comenta que "me parece que son sueldos de miseria" y que "alguna relación debería tener el sueldo con la importancia de la función social que se realiza". En cuanto al concepto de basura, Girauta propone que "la basura es el reverso de la moneda de la civilización".