Hoy venía pensando en los 'Fodechinchos' y me estoy preguntando quiénes serán los 'fodechinchos' en León. Hay que preguntarle al alcalde porque en Galicia son los de Madrid, pero aquí, ¿quién? ¿Los de Valladolid? A ver si el 'Fodechinchos 'va a ser Peláez. O Tudanca, no. Tudanca se lleva buen con el alcalde…
Hoy quiero traer mi 'Españita en la catástrofe', que también es linda y es bonita. Porque hay una 'Españita catastrófica' que curiosamente es su mejor versión. Son los vecinos y los voluntarios de Paiporta, este es el sonido de sus palas y de sus rastrillos y sus escobas y su voluntad.
Se ponen todos juntos como en una batucada, pero en lugar de darle al tambor, limpian y van ahí empujando el agua. No hay truco, no hay ingenio, solo hay grupo ahí. Uno al lado del otro, viniéndose arriba en varas.
A ver, las catástrofes como la que hemos vivido en Valencia no son patrimonio de mi Españita, pero no sé si la manera de enfrentarse a ellas es algo nuestro. A mí me gustaría pensar que sí hay una manera de afrontarlas, o al menos en una catástrofe nos mostramos como somos.
Yo digo que hay dos Españas porque con tres la gente se hace un lío. No es que haya dos Españitas, es que hay 16 o 17 dentro de cada español. Las dos España las llevamos cada uno dentro. La España envidiosa, por ejemplo.
La Españita que se mete con el vecino
La Españita que odia al vecino, que hay días en que lo mataría. Que lo aborrece, a ese tipo asqueroso que cota al PP o al PSOE. Facha, o Rojo, que le riega las plantas en el cuarto cuando el del tercero ha tendido, que si pudiera le quemaba el coche. Es gente que desea que el del Audi del de al lado sale flotando y que no lo soporta, que de edifica su vida en torno al odio al vecino.
Esa Españita, también la queremos y la adoramos, y es linda y bonita porque sabemos que cuando las cosas se ponen feas, pues se ata una cuerda al pecho y se agarra a una cortina Ridrop sueca y reza a la Virgen de los Desamparados, que es una virgen chiquitita, y se tira al agua salvar al vecino al que hace una hora y media quería ahorcar. Pero los querían ahorcar ellos, no que se la llevase la riada. Eso nunca, así que saltan al agua y mueren literalmente por ellos.
Toda esa gente que limpia la casa del vecino al que odia. En la riada ha comparecido gente a limpiar la casa del vecino, ese al que odian, ese del que no soportan el coche, los niños, el perro y la mujer. Que tienen envidia de su puerta, de su garaje, del tipo al que su perro le orina las flores… Yo he visto a esas personas limpiando la casa del vecino antes que la suya. Sabes que hay miles de voluntarios, pero los primeros que estaban a limpiar lo de los demás eran los vecinos. Hay gente que lleva una semana limpiando casas de otra gente y en la suya aun no ha entrado nadie.
No somos tan malos
Esa gente decía que su pueblo era una mierda, que se quería ir, que no valía la pena. Esa gente que decía que “España, bah, es un país de gente cainita”. Esa gente que sentía vergüenza de ser española, esa gente que quería ser alemana mañana encontrará a sus vecinos sacando sus escombros de su casa, llevándole la merienda, cargando a su suegra a hombros, viniendo a salvarlos desde Madrid -Oh, Madrid cochina, gente inhumana-, de Extremadura, de Albacete, de Euskadi -jodidos vascos- o de Cataluña.
Porque no hay otro país en el que unas regiones critiquen a otras de esta manera, pero Españita sabe que esas regiones van a estar ahí, y se viene el Ertzaina y el Mosso y el independentista. O el de Compromís sabe que el Ayuser, está ahí, y que no es que te vaya a ayudar siendo de Compromís, es que mejor cuanto más seas de Compromís, mejor. Y cuanto más de Vox, más te quiere la Ertzaintza, y cuanto más abertzale seas, cuando te pierdes en la montaña, más te busca la Guardia Civil. Porque yo creo que construimos estos muros solo por el placer de derribarlos.
Generosidad en silencio
Claro, porque hay algunos instagramers de las tragedias y aquel reportero que metía las rodillas en el barro, pero mi Españira que está todo el día presumiendo de pronto viene a Valencia sin decir nada, sin salir en una foto, si aparentar, sin salir. Hay gente que manda no sé cuántas toneladas de patatas a Valencia y aquí no se ha enterado nadie, ni yo lo voy a decir aquí.
Y gratis
Claro, porque tú sabes que ves una cola y preguntas: “Oye ¿y aquí qué dan?”, y gente que lleva dos horas te dicen: “Pues no sé, pero es gratis”. Esa gente ahora no quiere coger un bocadillo aunque lleve dos horas sin comer porque hay otro que lo necesita más, y hay otro que está peor. O pilla la lata de atún y deja el fuet. Y lleva tres días trabajando y cuando le tienden la galleta de chocolate dice con la cabeza que no y responde que “para otro”, o “para un niño”. Porque mi Españita cree que el otro tiene demasiado y a la vez que tiene demasiado poco.
Y quizás mi Españita no se haya forjado en sus deslumbrantes victorias, pero desde luego, mi Españita ha brillado en sus más dolorosas derrotas contra Nelson, contra Napoleón, contra la DANA.
Por eso creo, que estando valencia arrasada, podemos estar orgullosos de que mi Españita embarrada es linda, y es bonita.