Isidro López ha contado en La Brújula cómo ha vivido el momento de la tremenda caída de Joaquín Sabina en el WiZink Center. "Se ha hecho el silencio, han entrado los servicios sanitarios y a los tres minutos ha salido en silla de ruedas. Ha explicado que tenía el hombro dañado y que se va al hospital para hacerse más pruebas".
Al parecer, el artista jiennense no ha sufrido lesiones de gravedad. Cuando llevaba apenas media hora de concierto, se ha caído "a plomo" por el hueco que había en el escenario y ha dejado helados a todos los asistentes.
Poco después, ha salido a explicar al público que suspendía el concierto. "No se imaginan cuánto lo siento", ha llegado a decir con el aplauso de todos los espectadores.