Joaquim Bosch, magistrado, ha escrito hoy en sus redes sociales: "Los asesinatos a menores pueden revestir distintas formas y por eso es importante criminológicamente conceptuarlos bien. En la violencia vicaria se usa la agresión a menores para dañar a sus madres. El machismo es muy fácil de detectar, porque siempre niega la violencia de género".
Bosch pone el foco en la protección que deben dar las instituciones a estas víctimas de violencia vicaria: "El problema es saber cuáles son los niveles de protección de los menores cuando existen esos casos de riesgo. Los asesinatos con violencia vicaria se busca dañar lo máximo posible a la madre en el punto dónde más le puede doler".
El magistrado recalca que este tipo de asesino no son enfermos, saben lo que hacen: "Son personas perfectamente sanas que pueden tener rasgos de psicopatía pero carecen de empatía. No debemos tratarlos como enfermos mentales son personas sanas que solo pretenden hacer daño".
"Hay dos planos importantes que son el de la prevencion y el de control los riesgos. La prevención es que estamos ante un caso de violencia de género. Este tipo de asesinato se cometen también porque el hombre no acepta que la mujer esté con otra persona. No se puede adivinar pero si que se puede evaluar mucho mejor los riesgos para proteger a las víctimas", asegura Bosch.
Por último señala que la comparación que ha hecho la ministra Irene Montero no le parece acertada: "No me ha parecido oportuna la comparación con el caso de Juana Rivas. El problema se soluciona incrementando los medios institucionales de protección"