Hoy es el Día Mundial de la Investigación en Cáncer y nuestro país tiene a mujeres encabezando proyectos de investigación punteros. "España es un país que está bastante bien situado en cuanto a descubrimientos científicos, entre los mejores del mundo", dice Maria Blasco, Directora del CNIO, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.
Blasco está a punto de cumplir casi una década al frente este organismo de investigación, una dirección que ejerce con perspectiva de género. Actualmente hay un 35% de presencia femenina en el campo de la investigación frente a un 65% de hombres, así como 21 directoras de centros o institutos de investigación frente a 105 hombres,
La igualdad de género, indica la directora del centro, es una de las "asignaturas pendientes" que tienen para este siglo XXI. Aunque por el momento ya han hecho "muchos cambios estructurales para que haya más mujeres arriba".
Con la pandemia mundial se ha puesto en el centro del debate la importancia de la investigación y la ciencia, ya que muchos ciudadanos tienen una sensación de improvisación. Blasco no está de acuerdo con esto: "En la ciencia no hay ninguna improvisación, la ciencia es global y estamos preparados para responder a retos globales", señala.
Sin embargo, la Directora del CNIO achaca este problema a que "la decisión política no ha sido global", por lo que esta es una lección que "tenemos que aprender para el futuro". "Es muy importante que cuando algo similar vuelva a ocurrir tengamos algún tipo de sistema que permita tomar decisiones políticas a nivel global".
La revolucionaria técnica Crisper CAS9
Francis Mojica estuvo en el inicio de la técnica Crisper y por ello ahora está en la lucha de recibir el Nobel. "Hizo un descubrimiento importantísimo hace varias décadas que se ha convertido en una de las revoluciones biotecnológicas más importantes", señala Blasco.
Esta técnica consiste en editar el ADN, como cuando en un texto se corta, se copia y se pega… pero en los genes. Sandra Rodríguez Perales es Jefe de Unidad Citogenética Molecular del CNIO y explica que "han dado el primer paso que podría abrir una puerta en el futuro a un tratamiento más eficiente".
"La investigación va viento en popa, pero el miedo está en el traslado a la clínica. Es una técnica que apareció en el año 2013, que en el mundo de la ciencia es como decir ayer", dice Rodríguez Perales. "Estoy convencida de que va a revolucionar el tratamiento de muchas enfermedades genéticas".