En la Francia del siglo XVIII durante la Guerra de los Siete años el rey francés Luis XV está desesperado por la baja natalidad de su país y contacta con Madame du Coudray, una experta partera autora del manual de obstetricia y ginecología "Compendió del arte del parto" para que enseñe el oficio de partera a otras mujeres, para que ayuden a traer al mundo bebés sanos y robustos.
Silvia Casasola cuenta como muchos médicos pusieron el grito en el cielo acusándola de intrusismo y como la partera real ideó un método adecuado para explicar a las mujeres supersticiosas del entorno rural, la mayoría analfabetas, cómo asistir a los partos complicados. En esa diatriba tuvo la feliz idea de crear lo que llamó "La maquina", un modelo anatómico de tela, piel, esponja y algodón de donde salía un bebé conectado por el cordón umbilical y que incluía un feto.
Madame du Caudray recorrió Francia desde 1759 hasta 1783 con varios modelos de estas máquinas, formando a más de 5000 mujeres y unos 500 médicos a los que impartía un curso de dos meses usando la máquina para realizar prácticas. Su instrucción fue un éxito total y la población francesa aumento varios millones durante el siglo XVIII. Creando la base de la obstetricia moderna.