Cada vez más gente joven son dependientes de sus cuentas de Instagram y otras plataformas digitales en las que suben sus historias y sus fotos. Estos quedan frustrados si no aumentan o mantienen los likes correspondientes para sentirse bien consigo mismos.
Cuando no, tienen que estar soportando ciberacoso con mensajes que les dejan hundida su autoestima. Sobre todo afecta a personas vulnerables o chicos muy jóvenes que están formando todavía su personalidad.
Javier Sevillano alerta del problema de demonizar el ir al psicólogo o al psiquiatra cuando debería ser algo normal e, incluso, a veces mucho más necesario que acudir a otro especialista. Tener buena salud mental es esencial para la vida.