El sol está aumentando su luminosidad a medida que se hace viejo y esto se debe a una física muy sencilla que nos explica Alberto Aparici, "podemos imaginar el interior del sol como una sopa en la que hay un montón de núcleos atómicos que se mueven y chocan". Cuando la temperatura asciende a 13 millones de grados, los protones de hidrógeno empiezan a fusionarse creando helio, lo que ocupa menos espacio y como consecuencia hay más temperatura y el sol brilla más.
Marian Martínez nos habla de lo que le ocurrirá dentro de 4.500 millones de años. "Toda la evolución del sol está dictada por lo que ocurre en el núcleo". Explica que es fundamental que haya fuerzas en el núcleo para que se mantenga como estrella, si no no aguantaría su peso y se contraería.
Según las teorías científicas el sol empezaría a hacerse más denso y a fusionar el helio para convertirlo en carbono. "Antes de desaparecer, el sol se comerá a la Tierra" añade la experta. Al final de todo el núcleo se haría líquido, no sería capaz de generar más energía, después se iría apagando y convirtiendo en lo que conocemos como una Enana Blanca.