Los pocos recursos de su familia no le permitieron apenas regresar a las montañas durante su adolescencia. Ya en la universidad formó parte del club de alpinismo universitario y fundó el "Club de Montaña para Mujeres de Japón" y retomó su pasión. En 1975 Nepal otorgó el único permiso que entonces se daba anualmente para ascender el Everest a la expedición japonesa formada por 15 mujeres, entre ellas, Junko, que se convirtió en la primera mujer en el mundo en conseguir esta hazaña. Así hizo realidad uno de sus sueños un 16 de mayo, con 35 años
"El contraste blanco y negro de las montañas es precioso" decía Junko mientras observaba la cima de la montaña. En 1992, fue también la primera en completar las Siete Cumbres, (las montañas más altas de los siete continentes). Escaló picos en más de 60 países y, cumplidos los 70, siguió viajando para practicar su pasión por todo el mundo y ascender a la montaña más alta de cada país que visitaba. Una dedicación que compaginó con su profesión de escritora, incluida una biografía en la que se definió como "una ama de casa que escala montañas".
No sé cuándo o cómo voy a morir, pero cuando llegue el momento, miraré atrás y diré: he tenido una vida asombrosa.
A pesar de haber sido diagnosticada de cáncer en 2012, Junko Tabei continuó subiendo a las montañas hasta el final de su vida. El pasado mes de julio ascendió por última vez al Monte Fuji con sus alumnos.