En Bolivia trabajan 13 millones de menores de entre 5 y 17 años, según la Organización Internacional del Trabajo. El año pasado el Gobierno creó una ley que permite hacerlo de manera legal desde los 10.
Y eso ha generado un debate. Algunos consideran que se trata de una legalización del trabajo temprano, como señala Rouzena Zuazo, responsable del área educativa de la OIT: "En la trayectoria de la lucha por los derechos de la niñez es para nosotros un paso que no debía darse", defiende.
El lado contrario es el de los que creen que lo que no se puede es prohibir porque no da resultados y porque no cambia la cultura bolivariana como explica Jorge Domic, director de Fundación La Paz. "Los niños en el mundo andino, en Bolivia en particular, tienen obligaciones y deberes, pero además de eso son actores sociales", asegura.
Con 12 años incluso pueden firmar su primer contrato. La familia López Camino, los padres y sus 8 hijos, viven y trabajan en una casa con una sola habitación. Hacen tortas, pan dulce y otros bollos que venden durante el día por las calles. Al colegio van después, sobre las 7 de la tarde. Y aún así tienen suerte.
Luis, Israel o Diego han trabajado en la obra desde los 6 años y sólo han ido a la escuela una o dos veces por semana. Pero para los bolivianos es una forma más de contribuir al sustento de la familia, no lo ven como una explotación.