"Sería muy triste y duro pensar en marcharme del pueblo, pero tendré que hacerlo en algún momento", cuenta Stoyan a la BBC, tampoco encuentra a ninguna pareja con la que casarse porque no hay jóvenes. Y es que las aldeas búlgaras han perdido habitantes durante décadas. En Stefka, otro ejemplo, la última vez que nació un niño fue hace diez años, la mayoría de la población tiene más de 60 años.
"Hay casa pero no gente" dice la dueña de una tienda móvil que visita algunas de estas aldeas 3 veces por semana. El gobierno intenta combatir la despoblación ofreciendo ayudas económicas y animando a sus ciudadanos en el extranjero a regresar. Hoy en Bulgaria viven siete millones de habitantes. Se cree que para 2050 serán cinco millones.