Haven sobrevivió y sus abuelos se hicieron cargo de ella pero las facturas médicas y los cuidados fueron demasiado para su pobre economía y acabó en un orfanato. A los 20 meses, Haven fue adoptada por Rob y Shelly Shepherd, un matrimonio de Missouri, con 7 hijos biológicos, que volaron hasta Vietnam para quedársela. Hasta los cinco, se negó a usar sus prótesis. Los comienzos fueron difíciles.
Su familia lloraba todo el tiempo por su situación, cuenta Haven pero una de sus hermanas la animó a intentar jugar al baloncesto. La pequeña entonces aprendió a usar sus prótesis y superó todas las expectativas.
Su madre cuenta que siempre la han dejado elegir su camino sin hacerlo por ella. Haven se prepara ahora para representar al equipo estadounidenses de natación en los próximo Juegos Paralímpicos y para ser modelo.