Año tras año, veía cómo participaban en los bailes de su colegio, en Catamarca, sin que ella pudiera participar. Hasta que se cruzó en su camino, Mariano Salas, su profesor de educación física, al que se le ocurrió la idea de construir un arnés adaptado para poder bailar con Agostina en la siguiente función.
Después de muchas pruebas, esfuerzo y dedicación, Mariano consiguió su arnés a medida y pasó tres noches sin dormir antes del gran día.
Los padres de la niña se sumaron a la idea desde el primer día. Agostina bailó dos veces: una sentada en su silla de ruedas y otra moviéndose gracias a la destreza de su profesor.El vídeo se ha hecho viral en pocas horas. Lo que no se conocía es que Agostina había grabado un mensaje en la radio del colegio diciendo que su sueño, era ser bailarina.