Él es uno de los miles de niños de familias pobres, que han quedado al cuidado de sus abuelos ya que sus padres han emigrado a la ciudad en busca de trabajo.
Su casa está hecha de barro…Wang cuenta a los medios que lleva meses sin ver a su padre, que le echa de menos y que su madre les abandonó. Además tiene una hermana mayor, que vive con él.
Su caso es habitual en algunas provincias de China, pero no lo suelen recoger los medios, salvo en esta ocasión…Gracias a esa imagen, Wang ha recibido miles de donaciones, de ropa y de dinero, que servirán además para instalar calefacción en su colegio y ayudar a otros compañeros en su misma situación. Su padre ha recibido además una oferta de trabajo en la zona para que pueda volver a vivir con ellos.