Andros Lozano lleva años informando sobre el narcotráfico entre Marruecos y España e investigando sobre perfil de los miembros de sus clanes. Ahora, toda esa trayectoria profesional como periodista la ha plasmado en el libro 'Costo', de la editorial Libros del KO.
El pasado 10 de abril se celebró en Cádiz el mayor proceso contra el narcotráfico que se haya hecho nunca en España. Se trató de un macrojuicio contra el clan de los Castaña, al que se acusaba de introducir por las costas andaluzas 9.000 kilos de hachís procedente de Marruecos. En total, eran 152 las personas acusadas, lo que pone de manifiesto la dimensión del narcotráfico en nuestro país, con el punto de partida en el Estrecho de Gibraltrar.
La propuesta para escribir el libro coincidió con un momento de ebullición del negocio del narcotráfico. Los clanes habían adquirido un cuerpo notabilísimo y la violencia se había desatado, con la muerte y el atropello de dos agentes de la Guardia Civil.
"'Costo' es un relato histórico y geográfico de cómo ha evolucionado el negocio del narcotráfico durante décadas", explica en 'Más de uno' Andros Lozano sobre su trayectoria desde los inicios hasta la actual profesionalización de los narcos.
La profesionalización del narcotráfico en España
El fenómeno del narcotráfico en España ha cambiado totalmente. Actualmente es una industria casi profesionalizada hasta el punto de que incluso otros clanes se han atrevido a traer desde el estado mexicano de Sinaloa -donde hay tradición histórica de aviones y avionetas que vuelan con la cocaína de Colombia hasta EEUU y Canadá- a pilotos para hacer vuelos nocturnos hasta Marruecos, a baja altura, por 50.000 euros la noche.
De media, un piloto que trabaja para mafias del hachís cobra 30.000 o 40.000 euros por viaje
"Todo esto da una dimensión del negocio y del poder que tuvieron en estos últimos años los clanes del narcotráfico", explica Lozano.
Hasta 60.000 euros por viaje de traslado de hachís
Los salarios dentro del mundo del narcotráfico varían, según el tipo de trabajo que cada integrante de los clanes realiza en el traslado de la mercancía. "De media, un piloto normal que suele trabajar para las organizaciones criminales del hachís cobra 30.000 o 40.000 euros por viaje", cuenta el periodista.
Sin embargo, también hay gente muy reclamada, "el Hamilton o Fernando Alonso del hachís". En el libro, Lozano entrevista a Didi, un narcotraficante marroquí piloto de lancha que cobraba por cada uno de sus viajes hasta 60.000 euros porque si había una persecución no tiraba la mercancía al mar y sabía regatear a las fuerzas policiales, entre otras cosas.
Dos mundos divididos por el estrecho de Gibraltar
Anualmente, Marruecos produce en torno a 40.000 toneladas de hachís al año con destino a toda Europa. Los narcos andaluces, que son intermediarios, ponen toda la logística necesaria (las lanchas, los almacenes donde guardar la mercancía o "guarderías", los grupos de alijadores...
"Cuanta más infraestructura dispongas, más facilidad tienes de pedirle al productor de la droga más dinero", detalla el periodista. "Tú cobras en función de la logística que tienes a este lado" y a partir de ahí, son las bandas de todos los países europeos quienes vienen a recoger la mercancía y la distribuyen en sus mercados.
Mientras haya consumo en Europa y producción en Marruecos, siempre habrá alguien que diga: 'yo lo voy a traer'
El estrecho de Gibraltar divide dos mundos completamente lejanos en todo; en lo social, en lo económico, separa a "Europa, el lugar más rico del planeta, del continente más pobre del planeta y, en medio, está Marruecos como mayor productor mundial de hachís".
"Mientras haya consumo en Europa y haya producción en Marruecos, siempre va a haber alguien que diga: 'yo lo voy a traer'", cuenta Lozano quien asegura que, a pesar de la influencia que tiene en esto el contexto socio-económico, también inciden "las ganas de dinero fácil que tienen algunos".