El pasado 14 de julio se estrenó 'Padre no hay más que uno 3', una película de comedia producida por Atresmedia Cine. Guionizada y protagonizada por Santiago Segura, ha contado con la participación de profesionales como Toni Acosta, Loles León, Leo Harlem y Carlos Iglesias. Estos últimos han acudido hoy a 'Más de uno', para contar un poco más sobre su experiencia en la grabación del filme.
Una gran familia
Carlos Iglesias ha comenzado narrando el momento en el que Santiago Segura le ofreció el papel, que ocurrió a través de 'una llamada por la noche'. Antonio Resines, que en ese momento había obtenido el papel del abuelo, se encontraba enfermo con COVID-19. Tras paralizar la grabación varios días a la espera de una mejora en su salud, decidieron que tenían que continuar, ya que se encontraban en un momento crítico.
La Plaza Mayor de Madrid estaba llena de decoraciones navideñas, necesarias para el rodaje, y comenzaban a 'irse los días'. Entonces, Segura contactó con Iglesias, que al conocer la situación de primera mano por su condición de director y productor, accedió de inmediato. Diez horas después de recibir el guion, se incorporó a la producción.
Una de las partes que parecía más complicada en un principio era la grabación junto con niños. Iglesia nunca había trabajado antes con tantos niños; 'Lo primero que me dijeron en la escuela de arte dramático es que nunca rodara con niños ni con perros. Te quitan todo'. Y es que cuando un niño se encuentra en la pantalla, actuando de una manera muy profesional, las personas tienen a ignorar a los actores más experimentados.
Aun así, Leo Harlem reconoce que el set es como una familia. 'Como se conoce todo el mundo, hay una relación muy buena', asegura, mencionando que una vez los niños 'se ponen a currar son unos fenómenos'. 'Para ellos las cámaras ya son algo normal (...) para ellos es otro juego más, lo hacen muy bien'. Iglesias añade que no están 'resabiados', 'estos son niños, están jugando a cosas normales' cuando 'de pronto son unos profesionales increíbles'.
La incansable vocación de un actor
Iglesias continúa mencionando que este martes se sintió piropeado. Al intentar vender un proyecto, basado en una experiencia personal que le ocurrió en los setenta, le dijeron que no podía haberle pasado a el. 'Me hizo mucha ilusión que no creyera que tenía veintitantos en los años 70'.
Su vocación comenzó hace mucho tiempo. Su primer trabajo fue como dibujante publicitario, aunque siempre le habían animado a estudiar arte dramático. Su tía fue uno de sus mayores apoyos, ya que insistió en llevarle a Roma a que pudiera perseguir su vocación. Sin embargo, su padre, no se encontraba emocionado con la idea. Quería verle en 'cualquier trabajo que no te tengas que manchar las manos como yo', ya que era mecánico, y pensaba que ser actor 'no era un oficio' real.
En el caso de Harlem, su madre siempre le decía que 'iba a ser un artista porque no me gustaba madrugar'. Siempre le había gustado imitar y hacer cosas relacionadas con el mundo del entretenimiento.